OBITUARIO

Juan Luis Álvarez, el periodista al que recibió Felipe en Doñana

El periodista Juan Luis Álvarez Pérez, primer redactor jefe de Huelva Información, falleció ayer en Madrid por un infarto. No llegó a diciembre, mes en el que hubiera cumplido 59 años. Dicen sus allegados que ya hacía cuentas para la llegada de la jubilación; incomprensible retiro para quienes le consideran un periodista de raza, por encima del tópico. Más triste es la despedida sobrevenida que deja sin un claro referente a familia, amigos y compañeros.

Tuvo la suerte Huelva de que se curtiera aquí quien ahora ejercía en Interviú el reporterismo al más alto nivel del país. Más fortuna aún la de Huelva Información, al que llegó con Fernando Merchán, tras compartir mili y primeras andanzas periodísticas en Tenerife.

En El Día descubrieron el entripado de un periódico y se llevaron lo mucho aprendido a la aventura que empezó en agosto de 1983 en la calle Puerto. Merchán fue director y Juan Luis, redactor jefe, el hombre todoterreno, el periodista multidisciplinar. Lo mismo se encargaba de coordinar el cierre que maquetaba o rediseñaba las páginas, cambiaba tipografías o cuadraba un titular. Y apuraba la noche entre compañeros, repartiendo alegría, risas y comentarios con argumentos demoledores o sutil ironía sobre la actualidad de una Huelva que despertaba lentamente al nuevo escenario democrático.

Era madrileño, de ascendencia asturiana, aunque se integró rápidamente en Huelva, donde también fue partícipe directo del resurgir de la asociación de la prensa. Aquí era feliz y lo demostraba cada día, alegre, con esa alternancia callejera compartida por todos, con ganas inmensas de vivir, como le recuerdan.

Fue redactor jefe de este periódico cuatro años, entre 1983 y 1987. Controlaba como nadie las batallas diarias en las entrañas y dejó aparcada la escritura. Pero cuando Felipe González concedió a Huelva Información su primera entrevista a un medio de comunicación desde que veraneaba en Doñana, Juan Luis Álvarez fue el encargado de acudir a la cita. La mejor elección posible, aseguran, por tratarse de un periodista muy hábil, con enorme intuición y agilidad envidiable, gran analista de la actualidad y de letra precisa, impecable.

El presidente del Gobierno le recibió un sábado, el 22 de agosto de 1987. El periodista se presentó acompañado por el gobernador civil, Ruperto Infantes, y González le salió a recibir a las puertas del Palacio de Doñana, "un cortijo, no un palacio", como él mismo describió. Mucha cordialidad y charla distendida entre naturaleza salvaje y fuertes medidas de seguridad, contada en una reseña el día siguiente, y a la que siguió una larga conversación, sin concesiones, plasmada en una entrevista de doble página, publicada el lunes 24.

Juan Luis no rehuyó ningún tema, metió los dedos al presidente, le obligó a mojarse y firmó una entrevista que aún hoy es recordada como referente para la profesión.

No es gratuito. Ese bombazo, el que puso a Huelva y a Huelva Información en el mapa periodístico nacional, le valió el fichaje por el Grupo Zeta, solo dos meses después, primero para la revista Panorama, y después, hace 22 años, Interviú, donde ayer trataban de sobreponerse al mazazo de su muerte.

Mucho les costó también a sus excompañeros de Huelva, a sus amigos de aquí, que conservaba y cuidaba. En octubre, sin pensarlo, se despidió de algunos de ellos y de esta tierra a la que tanto quiso. Y dejó, también sin preverlo, sus últimas palabras en ese blog de título traicionero: Vivir no es preciso.

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