Las visitas guiadas de la IV Semana de la Arquitectura, organizada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva, comenzaron ayer con el Muelle de Tharsis, inaugurado en 1871, una de las construcciones destacadas del patrimonio de la ciudad, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1997, que precisa de una intervención urgente debido a su estado de abandono, presentando la infraestructura un evidente deterioro, consecuencia de la falta de trabajos de conservación, robos, vandalismo e incendios.

Los arquitectos invitaron ayer a los ciudadanos a ver esta infraestructura desde la Ría, a través de un paseo en catamarán, guiado por Antonio Luis Andivia, licenciado en Historia del Arte, y el arquitecto Antonio Madrona, una oportunidad única para ver de cerca el Muelle Cargadero de Mineral de la Compañía de Tharsis, considerado en su día un símbolo del progreso. Concretamente, los asistentes pudieron contemplar la plataforma de embarque con la oficina puente, fruto de la ampliación realizada en 1923. Andivia destacó que es el segundo muelle metálico de España y el primer muelle de carga de mineral, subrayando que de los muelles metálicos calzados con roscas Mitchell, los únicos que se conservan hoy día en el país son el de Portugalete, en Bilbao; el Muelle de Tharsis y el Muelle de la Río Tinto, en Huelva, y el Muelle de la Reina, en La Rábida.

En la plataforma de embarque, que se terminó de construir en junio de 1922, se realizaban las maniobras de carga y descarga de los buques. Protegida por un estructura de madera, el primer vapor se cargó en abril de 1923. Las grúas del Muelle de Tharsis contaban con un sistema que permitía al maquinista descargar, sin ayuda, el vagón en las bodegas de los barcos.

Antonio Madrona rememoró el paisaje industrial de la época con "cuatro embarcaderos y buques cargando mineral".

El Muelle de Tharsis fue una infraestructura pionera en España. Así lo resaltó Andivia, "demostró al resto de compañías mineras que teniendo línea de ferrocarril las cifras de las exportaciones se podrían multiplicar". Toda la construcción debe someterse a un proceso de restauración para que Huelva no pierda parte de la riqueza de su patrimonio, un recurso con gran potencial turístico.