Hace poco más de dos meses tomó las riendas del proyecto de aeropuerto en la provincia de Huelva, aunque lleva diez años interesado en él. Ese vínculo viene de un convencimiento firme de la necesidad de contar con infraestructuras, sobre todo la que posibilite la llegada de más extranjeros a los hoteles onubenses. Y no son cábalas porque habla con su experiencia como empresario del sector, aportando datos y haciendo cálculos que, con su entusiasmo, reviste de lógica matemática. La viabilidad del Cristóbal Colón está asegurada, insiste. Sólo quiere que los onubenses confíen en el proyecto. El apoyo político, añade, es real, pese a los últimos desencuentros. Y los inversores, subraya, no faltarán. Si no lo creyera no estaría en esto.

-¿Las declaraciones del consejero de Turismo hace unos días han sido una zancadilla al proyecto?

-No me agradan pero no me preocuparon mucho porque denotaba que no lo conocía. En cuanto se le explicó un poco, ha cambiado de opinión, y a medida que se le informe más, queremos ilusionarle y que nos ayude a sacarlo adelante.

-Hay mucho escepticismo y desconocimiento general.

-Esto es así porque estamos influenciados por otros tres proyectos importantes que han fracasado: Ciudad Real, Castellón y Murcia. Pero el nuestro no tiene absolutamente nada que ver. Primero porque es un aeropuerto mucho más modesto, de mucho menor inversión, con una explotación totalmente diferente. Y lo más importante es que, mientras estos otros tenían unos fines por conseguir, el nuestro es para lo que ya tenemos, para traernos clientes a unas plazas turísticas que ya existen.

-¿Por qué no se ha hecho antes?

-En 2005 y 2006 eran mucho más fáciles las inversiones. Es más, teníamos empresas que apostaban directamente por su construcción, pero se iniciaron los trámites administrativos, que se han llevado un tiempo, y nos encontramos con la crisis: los inversores fueron desapareciendo, para esto y para cualquier otra cosa. Ahora estamos en otro momento, con una coyuntura mucho más difícil para captar inversión. Y hemos cambiado el proyecto, con un objetivo mucho más austero, con menor inversión, pero válido para el volumen de pasajeros que necesitamos en Huelva. Eso hace que sea rentable y viable desde el primer día.

-¿Está entonces el aeropuerto de Huelva mejor adaptado a la realidad que otros en España?

-Tenemos un planteamiento muy muy modesto. Nuestra aspiración es un aeropuerto de unos 950.000 pasajeros, que a la vez no haría daño alguno a los vecinos de Faro y Sevilla. No es que esté mejor o peor pensado, creemos que es la realidad. Y ahora la prioridad no es invertir en nada espectacular sino en algo eminentemente práctico y con el menor coste posible.

-Estos 950.000 pasajeros, ¿cómo repercutirán en la provincia?

-Si hablamos de 800.000 pasajeros, son 400.000 personas que entran y otras tantas que salen. ¿Cómo incide? En el empleo. En los establecimientos turísticos, haciendo números rápidos, hay en torno a un trabajador por cada cuatro clientes. Si esos 400.000 clientes nuevos los dividimos en aproximadamente 40 semanas -porque no todo el año van a venir- tendríamos 10.000 clientes más por semana. Eso se traduce en 2.500 empleos en los hoteles y, multiplicado por tres, tendríamos otros 7.500 indirectos. Con los de la actividad en sí del aeropuerto y las empresas que trabajan allí estaríamos en torno a 12.000 empleos que se crearían, entre directos, indirectos e inducidos. Hablamos de cuando esté consolidado, ya con unos años.

-Los cálculos parecen sencillos. Tendrán una base sólida...

-Nos basamos en la experiencia en el sector turístico que ya tienen nuestros socios, con hoteles funcionando. Además, como sabéis, dentro de la sociedad tenemos a profesionales turísticos y dentro de los consejeros y asesores tenemos gente de primer nivel en temas aeroportuario, financiero, económico. Creemos que estamos haciéndolo bien y está todo sustentado.

-¿Se contará para el empleo generado con gente de Huelva?

-Es verdad que ahora no nos planteamos estos temas porque eso es a futuro. No obstante, yo particularmente siempre he considerado que se debe emplear a la gente local porque son los recursos suyos los que consumimos. Mi lucha viene porque soy de Huelva y, como se repite en distintos estamentos, Huelva se está quedando atrás. Es como si estuviéramos 500 o 600 kilómetros más al sur todavía, porque al no tener comunicaciones nos hemos distanciado. Llevamos unos años en los que no se está invirtiendo. Huelva está muy deficitaria porque cuando alguien habla de hacer infraestructuras de este tipo está pensando en las mejoras, pero si no hacemos nada, no solamente no mejoramos sino que vamos perdiendo números en el ranking. En los últimos años, Huelva está perdiendo competitividad.

-¿Este proyecto es una bofetada a los políticos por su inmovilismo?

-No considero que sea así. Como el aeropuerto tiene estos años una mala fama, se piensa en invertir en cualquier otra cosa antes que en esto. Pero a la vez es una oportunidad para la empresa privada.

-Pero tampoco, como dice, se invierte en otras infraestructuras.

-Si tuviera que hablar de infraestructuras, las querría todas. Todas son necesarias porque, como he comentado en otros foros, turísticamente puede no ser tan importante el AVE, pero si al final todas las provincias lo tienen y Huelva no, la gente se terminará yendo a otros sitios porque aquí sólo se podrá venir en coche. ¿Significa que te quedas igual? No; empeoramos. En 2016, prácticamente toda la comunidad andaluza va a tener AVE menos Huelva. Eso va a ser dañino. Si no tenemos la puerta abierta para que vengan -que se logra con infraestructuras- con tantísima oferta, la gente no va a molestarse en abrirla. Tienes que tenerla abierta para que entren en tu casa.

-Cada vez es mayor el handicap .

-Ahora mismo estamos dejando pasar dos trenes. Uno, que nuestros hoteles, que están en buen estado porque son nuevos, no los estamos aprovechando. Y el otro, el boom por la Primavera Árabe, que ha limitado una serie de destinos emergentes por no ser seguros y el turista centroeuropeo está apostando por destinos españoles. Ese tren está pasando y aquí no nos estamos aprovechando para nada porque ese incremento de visitantes no está llegando, entre otras cosas porque el turismo extranjero llega en avión. El 90% del turismo extranjero vuela, y si no tenemos aeropuerto, no viene. Puede venir de otros, en media hora más, como dicen algunos. Pero no es así: el tiempo medio desde Faro -el único cercano que recibe vuelos de turoperadores- a los hoteles de Huelva es de más de tres horas. Y alguno no se lo explica. Pero hay que pensar que el turista viene en grupo y que se monta en un autobús de 50 personas, con todos los inconvenientes y retrasos que implica. Además hay otro handicap que es muy importante: el coste. Si además está más cerca y es menos tiempo, es más barato porque la operación de traerlo para acá tiene un coste. A nosotros nos da igual dónde se ubique el aeropuerto. Lo importante es que esté más o menos centrado en la provincia. Eso significa que estás aterrizando en el destino: Huelva, Andalucía, España, no Faro, Algarve, Portugal. Más económico, menos tiempo.

-Queda pendiente la ubicación.

-En el estudio presentado en el Plan Director y el Informe de Sostenibilidad Ambiental hay un total de seis ubicaciones posibles. Ahí se van viendo los pros y los contras de las distintas propuestas y es el Ministerio el que elige. Habrá que esperar a que lo diga, pero nos da igual. Lo que queremos es que se haga un aeropuerto en Huelva. Todas las alternativas que se contemplan cumplen más o menos los condicionantes de estar centralizados en la provincia, estar próximos a los destinos, también a la capital. Cualquiera de ellas lo cumpliría. Están todas, más o menos, en la zona de Gibraleón-Cartaya.

-Habla del turismo pero, ¿se entiende que el aeropuerto va a beneficiar a otros sectores?

-Creo que a todos. El sector industrial puede entrar, y el agrícola, por supuesto. En la exportación de frutos rojos, por ejemplo, si ahora se llega a una serie de mercados tradicionales en camión, en avión se ampliaría el mercado y se podría llegar a muchos destinos que ahora son imposibles.

-¿Está contemplado en el proyecto actual el uso logístico?

-Hay una pequeña terminal de carga y cuando llegue el momento se ofrecerá a este tipo de empresas agrícolas para ir viendo las posibilidades. Ahora mismo la inversión es de poco más de un millón de euros en esta terminal, que será pequeña si esto de verdad funciona y tiene una demanda real. Como hemos hecho una viabilidad muy conservadora, la parte de carga es para que sea autosuficiente, no para que aporte al sostenimiento de la viabilidad. Si luego funciona muy bien, lógicamente lo hará.

-¿Esa viabilidad actual contempla beneficios anuales?

-Sí. Estaríamos hablando de dos o tres primeros años para arrancar sin beneficio ni pérdidas, pero nuestro objetivo es que a partir del cuarto año dé beneficios, cuando pasemos de los 500-600.000 pasajeros. Y ya podremos tener un beneficio claro de 2-3 millones de euros anuales cuando estemos en los 900-950.000 pasajeros.

-¿Se contemplan ampliaciones?

-Los técnicos nos dijeron que había que tener mucho cuidado en que la capacidad del aeropuerto fuera importante puesto que, una vez te delimitan la implantación, variarla después cuesta bastante. Ampliar dentro de esos puntos ya marcados y tener un potencial de ampliación es relativamente fácil. En este caso hemos ido ya directamente a una pista que no haya que cambiar, y ya, lo que es modulable y perfectamente ampliable, relativamente sencillo, es la zona de aparcamiento y toda la terminal.

-¿En qué estado se encuentra la tramitación del proyecto?

-Se presentaron en julio las últimas modificaciones a un requerimiento que había hecho el Ministerio de Fomento. Además se aportaron también las pequeñas variaciones que propuso la empresa en el concurso, que fue aprobada también por los socios anteriores. Está en Aviación Civil, concretamente, y lo que esperamos es que, o nos pidan alguna aclaración puntual, o que directamente pasemos a los procesos siguientes, de información pública. Posteriormente se tratará el impacto ambiental con el Ministerio de Medio Ambiente.

-¿Hay buena predisposición del Gobierno?

-La verdad es que sí. En los contactos que tenemos con la Administración Central no hemos tenido ningún inconveniente hasta el momento. Es más, la ministra, cuando en el Foro Joly se le hizo la pregunta expresamente del aeropuerto, dijo que lo apoyaba. Y salvo el tema puntual éste que hemos tenido con el consejero, tenemos apoyo tanto de autoridades y partidos locales, como a nivel autonómico.

-¿Se pueden detallar fechas?

-Todo lo que sea hablar de eso ahora es comprometernos a algo que no está en nuestras manos. Es un proceso lento y esperemos que no lo demoremos porque Huelva lo necesita. Y no nos engañemos: no son los hoteles, la sociedad de Huelva necesita este aeropuerto.