Huelva

Preparar las vacaciones familiares: cinco consejos para viajar con niños sin sobresaltos

  • Tomar algunas precauciones antes de salir de casa ayuda a reducir los imprevistos y conocer nuestros derechos como viajeros harán más asumibles los inconvenientes.

Las vacaciones familiares suelen ser un viaje de placer y lleno de expectativas, pero quien tiene niños sabe que con ellos siempre hay sorpresas e imprevistos. Y los inconvenientes que, viajando solos serían una simple molestia, viajando con ellos nos pueden amargar el viaje. Tomando algunas medidas de precaución es posible reducir al mínimo las situaciones o inconvenientes que pueden hacernos desear no haber salido de casa.

Entretener a los niños durante el viaje es fundamental para tener un viaje pacífico ya que se impacientan con gran facilidad. Se puede optar por llevar alguno de sus juguetes preferidos si es pequeño (evitar la plastilina: no pasa el control de seguridad)  o un juguete nuevo que no hayan visto aún. Libros y lápices de colores suelen proveer entretenimiento durante un buen rato.

En caso de viajes en avión conviene prevenir los dolores de oídos si son propensos a ellos. En caso de lactantes, darles de mamar es una buena opción. Para niños más mayorcitos existen tapones especiales para la presión. Distraerlos con juegos, adivinanzas, etc también ayuda.

Antes de salir de viaje es fundamental dejar preparado todo lo que tiene que ver con la salud de los niños. Aparte de las necesidades particulares de cada uno, conviene contar con un buen seguro de viaje si el destino está fuera de Europa o la tarjeta sanitaria europea bien a mano si es dentro. Además, puede ser útil llevar los carnets de vacunación (fotocopias) y otra documentación relevante. No viene mal informarse de antemano de los hospitales que tendremos a cerca en destino y cuál es el mejor servicio de urgencias pediátricas de la zona para posibles accidentes. Para los incidentes de menor importancia, una crema de árnica se encargará de evitar chichones. En el botiquín no debería faltar, además, nuestro antipirético habitual para casos de fiebre.

Durante los traslados es fundamental dejarlos correr y moverse al menos un rato. Los aeropuertos suelen tener áreas dedicadas a ello y para viajes en carretera las pausas en zonas de servicio habilitadas son imprescindibles. En caso de largas esperas por retrasos o cancelaciones de vuelos, conozca sus derechos: Exija que le alojen en un hotel y no deje de tramitar la reclamación que le corresponde al volver a casa. Es su derecho.

Parece una obviedad, pero cuando los niños están cansados -y los viajes les cansan mucho- son más dados a las rabietas. Mantenga la calma y respire hondo cuando oiga comentarios censuradores de los otros pasajeros. Limítese a desearles en silencio ser padres de quintillizos y verse obligados a realizar vuelos intercontinentales con ellos.

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