Si hubiera un termómetro que midiera la gratitud y emotividad, ayer hubiera superado su límite. Sólo la presencia de más de 200 personas y el apoyo de otras tantas que no pudieron estar expresaron el reconocimiento que Huelva quiere no sólo para Ángel Muriel, sino para todos los suyos. Fue la manera de corresponder a la generosidad de la familia Muriel, que ha puesto en marcha la Fundación Ángel Muriel, la primera que se constituye en Huelva contra el cáncer y la primera impulsada por una empresa del sector pesquero español. Nace para prestar apoyo a quienes sufren esta cruel enfermedad y a sus familiares, así como para reconocer e incentivar la labor de los profesionales sanitarios que desempeñan su actividad en este campo, además de sellar en la memoria el nombre de Ángel Muriel, quien fue presidente de la empresa Baltimar (Herederos de Ángel Muriel) y de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (Anamar).

Agradece quien sabe dar y se emociona quien sabe sentir. Por eso, Pepita Muriel ayer sólo tenía palabras de gratitud cuando presentó la fundación que lleva el nombre de su hijo. Escogió la sede de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) para ello, porque "siempre ha sido su casa y siempre estará a disposición de lo que necesite", según dejó claro su presidente, José Luis García-Palacios.

Fue un momento difícil para Pepita porque la emoción palpitaba en su garganta y llegaba hasta las paredes del salón de actos de la FOE, donde se congregaron empresarios de todos los sectores, autoridades, trabajadores, amigos y familiares. "Tenemos necesidad de que nos escuchen, de que nos apoyen", dijo Pepita, y en la fundación que preside el objetivo es "ayudar, sólo ayudar y que no se olvide el nombre de mi hijo". José Ramón Muriel, tesorero de la fundación también quiso dejar claro que la nueva institución "es una dedicatoria a la memoria" de su hermano Ángel.

La fundación desarrollará acciones encaminadas a impulsar el avance en la investigación y el tratamiento del cáncer para paliar la incidencia de esta enfermedad, que sólo el año pasado motivó 14. 000 consultas en la Unidad de Oncología del Complejo Hospitalario de Huelva, 1.100 primeras visitas, 5.000 tratamientos de quimioterapia y 700 ingresos. Datos que conoce muy de cerca Juan Bayo, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Juan Ramón Jiménez y miembro del comité técnico que se ha constituido en la fundación. Bayo valoró la decisión de la familia Muriel de poner en marcha la fundación: "Hoy se da un gran paso adelante. Ahora sumamos uno más porque con la Fundación Ángel Muriel se suma en el camino de la lucha contra el cáncer".

La nueva fundación también ha firmado acuerdos de colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer, la Asociación Onubense de Cáncer de Mama Santa Águeda, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Fundación Mapfre.

Entre sus proyectos, destacan la organización de dos Premios de Investigación: uno en el ámbito de la Medicina y otro en el de la Enfermería, para lo que cuentan con el apoyo de un comité técnico integrado por Juan Antonio Virizuela, jefe de los Servicios de Oncología del Hospital Sagrado Corazón y facultativo del Hospital la Macarena; Antonio Aguado, presidente del Colegio de Médicos de Huelva; Diego Cabrera, ginecólogo del Juan Ramón Jiménez y la Sociedad Española de Oncología Médica, además de Juan Bayo.

Ayer quedó claro que la atención al paciente oncológico es esencial. Dando por supuesto el tratamiento médico (imprescindible), el enfermo necesita información, atención y el calor de su entorno desde el primer momento, cuando se le detecta la enfermedad. Su vida cambia a partir de ese día y "necesita tener toda la información y saber que puede preguntar lo que quiera", recalcó Bayo, que considera el apoyo asociativo, la investigación y la reinserción como necesidades básicas del enfermo oncológico. Ante el diagnóstico la vida cambia, comienza "una situación dura que nos hace sacar lo mejor de nosotros mismos", explicó Juan Antonio Virizuela.

Para hacer menos duro ese camino nace la fundación y nadie mejor que su tesorero para explicarlo: "La lucha contra el cáncer es tarea de todos y la creación de la Fundación a la Memoria de Ángel Muriel es la mejor manera de contribuir a esta batalla conjunta y recordar y rendir, al mismo tiempo, homenaje a mi hermano, que luchó hasta el final contra esta enfermedad con la misma pasión que puso a lo largo de su vida para impulsar el avance del sector pesquero español".