Frente al separatismo catalán, como elemento distorsionador de la marca España, o un ascenso de Podemos, que se mira con escepticismo cuando no prevención, aunque también frente a los altos costes energéticos. Ante todo ello, el consejero delegado de Atlantic Copper, Javier Targhetta, reclamó ayer "una gran coalición PSOE-PP", como ya ha ocurrido en otros ámbitos, un acuerdo que aúne el sentir de, calculó, el 80% de la población: "Más allá de los porcentajes que den resultados electorales y encuestas, hay una gran clase media que se siente identificada con los dos grandes partidos".

Targhetta animó a esa coalición de partidos tras expresar uno de los problemas a los que se enfrenta la imagen del país a su juicio: el "peligro de la secesión", que "ahuyenta más la inversión que la corrupción". A sólo unos días de la consulta del 9-N en Cataluña, el empresario aseguró que en el extranjero "me preguntan más por el separatismo que por los casos de corrupción", aunque esta también afecta al dar "una impresión pésima".

La marca España, señaló ayer el CEO de Atlantic Copper, debe promocionarse mejor para conseguir alcanzar el objetivo marcado en rojo en la agenda industrial española y europea: lograr que en 2020 la industria suponga el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. El 20/20 es un objetivo difícil, si no imposible, reconoció Targhetta, quien animó a trabajar para llegar al mayor porcentaje posible de PIB industrial en ese periodo como fórmula para garantizar riqueza y empleo. En España, recordó, ese porcentaje es del 12 o 13% y hay un 25% de paro, mientras que en Alemania el 22% de PIB industrial se corresponde con un 7%. "Hay una correlación inversa de industria y desempleo", señaló Targhetta, una correlación que también se da dentro de la propia España, donde hay ejemplos "ilustrativos": "En el País Vasco, con un 24% del PIB de la industria, el paro es del 13%; en Andalucía, para un 11% de PIB industrial hay un 35%", destacó.

¿Qué es necesario para llegar a ese deseado 20% de PIB industrial? El CEO de Atlantic Copper dio ayer cinco claves para ello. La primera, "mantener el tejido industrial y generar un ambiente propicio para invertir". Facilitar el crédito, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, y prestar atención a los aspectos laborales y fiscales del país son otros dos parámetros. También es necesario fomentar la innovación, uniéndose a los instrumentos europeos para ello (European Innovation Partnerships). Y algo muy reivindicado por las empresas en todos los foros: "Conseguir estabilidad y seguridad jurídica en asuntos como la energía", evitando los "bandazos legales y jurídicos" que ha habido en España. También en el uso del suelo industrial, puesto que las grandes inversiones "requieren mucho tiempo", recordó Targhetta.