Huelva

El fiscal mantiene la petición de cárcel para Cortés por el tiroteo

  • Reitera todos los cargos contra él y sus familiares Las defensas insisten en que se han vulnerado derechos fundamentales

Juan José Cortés, padre de la pequeña Mari Luz asesinada en 2008, permaneció en las dependencias de la cadena de televisión 20TV de Sevilla hasta la 1:30 coincidiendo con la emisión del programa Mentes Abiertas por lo que no pudo estar en Huelva cuando se produjo un tiroteo en El Torrejón contra su tío Antonio Fernández debido a una discusión familiar, el 21 de septiembre de 2011. Así lo confirmó ayer el director de la cadena televisiva en el juicio contra Cortés, sus hermanos Valentín y Diego, su padre Juan, y su cuñado Vicente J.M., a los que la Fiscalía les acusa de un delito de homicidio en grado de tentativa, otro de tenencia ilícita de armas y amenazas. Pide 10 años de cárcel para el padre de Mari Luz y un total de 7 años y 8 meses para el resto de los encausados.

De poco sirvió el testimonio para que el ministerio público mantuviera los cargos contra Cortés por su presunta implicación en el tiroteo. El fiscal vio factible ubicarlo en el lugar a la hora que se produjeron los hechos al confirmar testigos que partió de Mairena del Aljarafe, mientras que la Policía recibió la alerta a las 2:50, hora en la que se registraron los disparos y no a las 2:00.

El fiscal se opuso a la petición de las defensas de nulidad del proceso por vulneración de derechos fundamentales, ya que en su opinión no se han producido ni se ha roto la cadena de la custodia de las prendas de los cincos imputados en las que se detectaron restos de pólvora o munición.

El ministerio público reiteró que hay pruebas que acreditan los hechos expuestos: que hubo una discusión entre Juan José Cortés y Antonio Fernández, quien profirió comentarios ofensivos e hirientes contra el primero. Que Cortés lo amenazó con quemarle la casa con su familia dentro y que el denunciante se lo comunicó a su hermano Juan Fernández, quien intentó mediar sin éxito, por lo que decidió marcharse a la vivienda de éste. Fue entonces cuando, supuestamente, se personaron los cinco imputados y realizaron tres disparos con, escopeta de cartuchos, contra la vivienda, que impactaron en las ventas y persianas. Una de las postas impactó en la cabeza de la víctima, aunque no le ocasionó ninguna lesión grave, y otras en el techo de una de las dependencias.

El fiscal aludió a la falta de memoria de los testigos de cargo durante el juicio y aseguró que frente a que Antonio F. informó de su intención de retirar la denuncia dos días después de los hechos al haberse iniciado el proceso de conciliación, no lo hizo hasta el 3 de noviembre y después de prestar declaración en sede judicial el 13 de octubre en la que ratificó el contenido de la denuncia.

También se refirió a que los encausados habían declarado por primera vez durante la vista oral y no lo habían hecho ni en sede policial ni ante el juzgado de instrucción.

En la vista oral prestó declaración la cuñada de Valentín Cortés quien afirmó que éste estuvo en la sede de la Iglesia Evangélica de El Torrejón, como director del coro, hasta alrededor las 3:00 sin que "se ausentara en ningún momento". Fue después, cuando salió, al llegar a la plaza donde vive, cuando se le acercó la Policía le pidió el DNI y, al percatarse que estaba cumplido, le dijeron que los acompañara a Comisaría, relató.

Mientras, las defensas, salvo la de Vicente J.M. que se ha auto inculpado como el autor de los disparos, solicitaron la libre absolución por "falta de pruebas que acrediten". Todas coincidieron en poner de manifiesto que durante la instrucción del caso se ha registrado vulneración de derechos fundamentales, sobre todo en la toma de muestras y la recepción de pruebas de los acusados.

La abogada de Cortés señaló que "la cadena de custodia de las prendas no está probada" y la defensa de su padre y sus hermanos cuestionó además la instrucción policial, el escrito de acusación del fiscal, al que realizó una serie de reproches técnicos y desde el punto de vista de prueba.

Para la letrada de Cortés, la denuncia interpuesta por Antonio Fernández, único lesionado en los hechos, fue fruto del acaloramiento e incidió en el hecho de que si se retractó, lo hizo porque sabía que no había sido así.

Antes de quedar visto para sentencia los acusados tomaron la palabra. Juan José Cortés siguió declarándose inocente y dijo que el fiscal no ha podido probar su culpabilidad. "Me siento más una víctima que culpable de algo que haya podido cometer; además todo esto ha perjudicado el normal funcionamiento de mi vida y va a ser difícil restaurar el daño que se me ha causado", manifestó.

Por su parte, Vicente J.M. reiteró que "su intención no era matar a nadie" y subrayó que no tiene antecedentes y también cómo todo esto ha afectado a su familia, antes de declarar su inocencia.

Juan Cortés declaró que "si no hubiera sido el apellido Cortés, la Fiscalía no nos hubiera tratado así" y sus dos hijos, Diego y Valentín, después de reiterar su inocencia, dejaron claro que "no se puede acusar a la gente por que sí".

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