La presión no ha sido óbice para que la número 2 de la lista electoral de la Mesa de la Ría (MRH), Yolanda Cabezas Recio, presentara ayer en la Secretaría del Ayuntamiento de Huelva toda la documentación requerida para tomar posesión del acta de concejal en el Pleno de octubre. Un paso que convertirá a la bióloga y consultora medioambiental en una especie de edil freelance, habida cuenta de que Cabezas no sólo mantiene su desmarque de MRH tras su polémico cese como asesora municipal, sino que esta formación ha llegado a calificar de "inmoralidad" y "estafa democrática" la posibilidad de que ésta remplazara en su escaño al fallecido concejal José Pablo Vázquez Hierro, sin pertenecer al partido que encabezaba el arquitecto ni mantener ningún tipo de vinculación con el colectivo ecologista.

Cabezas ya dijo hace más de un año, cuando su cese se hizo efectivo, que "hasta el final del mandato" estaría "a disposición de los ciudadanos" y que "si por alguna circunstancia sobrevenida tuviera que asumir" su "tarea de concejal, lo haría". Dicho y hecho, tal y como se constata con el registro de declaración de bienes y documentación que ayer tuvo lugar en el Consistorio, un día después de que la Junta Electoral remitiera al Ayuntamiento el acta para el nuevo nombramiento institucional. Hasta la fecha, ante el fallecimiento de Vázquez, la número 2 se había aferrado al silencio, remitiéndose a aquella comparecencia, que no dejó mucho margen a la especulación sobre sus intenciones.

En paralelo, MRH celebró la semana pasada una asamblea para designar su propia propuesta para la ocupación del escaño municipal, reivindicándola como "legítima" desde el punto de vista de la representatividad democrática. El partido ratificó por unanimidad su voluntad de que Francisco Romero, número 3 de la candidatura para las pasadas elecciones, sea el portavoz de la Mesa de la Ría en el Ayuntamiento en sustitución de Vázquez Hierro. Según indicaron desde el colectivo, "debe ser él quien represente a esta agrupación ciudadana en la concejalía, en representación de los más de 3.300 votantes que decidieron que la Mesa de la Ría tenían que estar en el Pleno municipal".

Aunque la Ley electoral deja el escaño en manos de Cabezas, MRH ya ha puesto por delante que "nunca" reconocerá a la bióloga como su representante, esgrimiendo que "por la ley antitransfuguismo, Cabezas pasaría a ser concejala no adscrita en el caso de que decidiera coger el acta, además de que sería un insulto a quienes apostaron por esta candidatura para transformar la ciudad y la forma de actuar en las instituciones", apostillaron desde la Mesa de la Ría.

Cabezas nunca llegó a estar afiliada al partido que surgió del movimiento ciudadano que Vázquez Hierro y otros fundadores impulsaron hace una década en la cruzada contra los fosfoyesos y la recuperación ambiental de Huelva.

A mediados de 2012, la Mesa de la Ría presionó al ex decano de los arquitectos y portavoz municipal para que destituyera a su ayudante, que entonces denunció ante los medios de comunicación una campaña de "acoso y derribo" contra su persona, además de la exigencia de que cediera a la formación el 30% de su sueldo como asesora en el Ayuntamiento (500 euros de un total de 1.500 netos). MRH contraatacó entonces estas acusaciones calificando de "rabieta" la comparecencia de Cabezas -que además había denunciado ser objeto de comentarios machistas en las redes sociales por parte de perfiles relacionados con MRH-, recriminando el partido a la ex asesora su "excesivo individualismo y protagonismo político".

En el aire queda ahora la permanencia del actual asesor, Juan Manuel Buendía, y de una tercera integrante de MRH que trabaja en el grupo municipal, ya que Cabezas puede asignar ese puesto a alguien de su confianza.

Se asignan a la portavocía 58.000 euros anuales, a la asesoría casi 26.000 y, al margen, el Ayuntamiento transfiere una paga mensual a cada grupo para gastos de funcionamiento (con los recortes del plan de ajuste oscila esa retribución debe rondar ahora los 1.500 o 1.700 euros). Unos recursos económicos que, en buena parte, han sido los catalizadores de la disputa desde el arranque de la legislatura.