Configurando sus dominios en el regate político, el mapa del agua se ha ido tamizando en los últimos años con un margen tarifario que ha marcado grandes diferencias en la provincia.

A menudo estos agravios sirven de munición en las disputas institucionales, pero la comparativa de las ordenanzas fiscales -documentos de acceso público, por Ley- evidencian lo que ya es queja común en los abonados, en la paradoja de que en los pueblos, desde hace tiempo, se está pagando el agua más cara que en la capital. De los cuadros tarifarios consultados por este periódico se extraen varias conclusiones: las cuotas fijas del servicio en las tarifas de Giahsa -empresa gestionada bajo el paraguas de la Mancomunidad de Servicios de Huelva- son hasta un 49% más gravosas que las de la sociedad mixta Aguas de Huelva en el ámbito de la capital onubense. Además, si en el último trienio el suministro ha subido en torno a un 30% en la ciudad de Huelva, en los municipios gestionados por Giahsa la progresión ha sido del 57% (así lo acreditan las tasas detalladas anualmente en el Boletín Oficial de la Provincia).

En los usos domésticos, las cuotas fijas del servicio, que se determinan en función del calibre contador, se traducen, por ejemplo en 34,9 euros por vivienda y mes en el caso de la MAS para un calibre 40; y en 23,4 euros en el cuadrante de Aguas de Huelva, siendo la diferencia del 48,92%. Esa variación se mantiene para todos los calibres para el ejercicio corriente, en el que la tasa de Giahsa ha subido un 7,5% y la de Aguas de Huelva (Emahsa) un 10,3%. Pese a esos incrementos fiscales, también en las cuotas variables de consumo Giahsa es, de media, un 26,8% más cara. El porcentaje de la comparación se dispara hasta un 225,6 en los suministros sin contador.

En los usos no domésticos, la cuota fija es un 41,7% más gravosa en Giahsa y la variable un 3% más. Los suministros sin contador, un 45,8%. La comparativa se atiene a los parámetros de la ordenanza fiscal, a la matriz del impuesto. Otra cosa es la repercusión final en la factura bimensual, en la que ambas empresas utilizan sistemas distintos para gravar, por ejemplo, en la capital, la tasa de recogida de basura incluyéndola en el recibo.

Cada vez que estas diferencias salen a la palestra, desde MAS se rehusa entrar en una guerra de cifras con los mandatarios del PP, aduciendo que los ámbitos de gestión no son comparables -ni, por ende, los costes de explotación-, al abarcar MAS un ingente número de municipios y dar cobertura a aldeas con más de 100 kilómetros de distancia.

No obstante, en esta deriva de los precios del agua, en el que el mal de muchos no es consuelo para el contribuyente, el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de la capital ha vuelto a apelar esta semana al doble rasero tarifario de la provincia, al hilo de la noticia adelantada por este periódico: Aguas de Huelva tramita una nueva subida de la tasa de abastecimiento y alcantarillado, que a partir del 1 de enero sumará 4,1 puntos a las tarifas vigentes. El Pleno del próximo miércoles dará luz verde inicial a un incremento que tanto el Consistorio como la empresa -participada en un 49% por el socio privado Aquagest Andalucía- consideran "justificada" por el incremento del IPC mas un punto (estipulado por contrato), el encarecimiento de los consumos eléctricos, la cobertura del canon de depuración impuesto por la Junta de Andalucía y la creación de un fondo social de 137.000 euros para pagar el recibo de familias en situación extrema. Sin embargo, el primer teniente de alcalde y presidente de Aguas de Huelva, Francisco Moro, esgrimió que aún con la subida prevista para el año que viene, "Aguas de Huelva seguirá manteniendo el precio más barato del suministro en la provincia onubense".