Foret ha iniciado los trabajados para desmantelar la fábrica de la avenida Francisco Montenegro. Los operarios llevan ya varias semanas en estas labores, de las que apenas se tienen detalles. El pasado mes de abril, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Huelva aceptó la renuncia de la empresa FMC Foret SA sobre su titularidad de la planta de fabricación de polifosfatos, pigmentos y actividades complementarias, situada en el polígono industrial de la Punta del Sebo de la zona de servicio del Puerto. También aprobó la autorización de obras para el desmantelamiento de las instalaciones e instó a la compañía a que devuelva el espacio en las mismas condiciones en las que se encontraba antes de efectuar una actividad.

La fábrica lleva sin actividad desde diciembre de 2010 (por la sentencia judicial que ordenó el cese de los vertidos de fosfoyeso) y, pese a que los trabajadores pidieron la suspensión del desmantelamiento, la empresa ya advirtió de que se trataba de un viaje sin retorno, una vez que fracasaron las negociaciones con Fertinagro para adquirir parte de la fábrica.

Los trabajos desmantelamiento de las instalaciones llevan implícita la descontaminación de los suelos donde se ha asentado la compañía desde que comenzó su actividad a mediados de los años 60.

Hasta el momento habían permanecido en fábrica un grupo de trabajadores para realizar las tareas de mantenimiento hasta comenzar la tramitación de la depuración de las sustancias nocivas, para las que ya depositó un aval de 5,5 millones de euros ante el Puerto.

En noviembre del pasado año una empresa especializada realizó las primeras prospecciones del suelo para confirmar que el terreno tiene la calidad de contaminado y el proceso a seguir para efectuar su limpieza tras el cesa de la actividad después de 45 años.

Este periódico no pudo conocer ayer los pormenores de los trabajos que se están realizando, ante la ausencia en la planta del director de la compañía, Miguel Martínez, y otros responsables. Tan solo que las máquinas de la empresa Hierros España llevan a cabo parte de las labores.

Así, se desconoce el tiempo de duración de los trabajos y el presupuesto que se destinará a las labores que pondrán fin a la presencia de la fábrica en la Punta del Sebo.

La empresa debe contar con la licencia del Ayuntamiento de la capital para comenzar el desmontaje y achatarramiento de la fábrica y la descontaminación de los suelos, tras la documentación presentada y la aprobación del plan.

Tras el cierre de Foret quedaron en la calle 83 empleados sin derecho a prejubilación. La fábrica cesó su actividad después de que la Audiencia Nacional dictara el final de los vertidos a las marismas por considerar que la concesión que Foret y Fertiberia tenían para ello había caducado. La compañía argumentó que en esas condiciones era inviables seguir con el proceso de producción.

En ese momento comenzó a negociar con Fertinagro (filial de Térvalis) la posibilidad de traspasar sus instalaciones por lo que el proceso de desmantelamiento quedó paralizado a la espera del resultado de las conversaciones que, posteriormente, se dieron por rotas. El grupo turolense quería complementar con las dependencias de Foret el proyecto que estaba tramitando entonces para la antigua factoría de Nilefós para poner en marcha un centro de fabricación de fertilizantes especiales y productos para la nutrición humana. Fertinagro consideró que las condiciones que se planteaban era inasumibles "porque no garantizaban la viabilidad futura de la factoría y el mantenimiento de los puestos de trabajo".

Así, FMC presentó un expediente de extinción para sus 141 trabajadores, de los cuales 56 fueron prejubilados y 85 quedaron el colectivo de recolocados.

La Junta de Andalucía achacó la inviabilidad del proyecto a la decisión del gobierno central de suprimir los incentivos para las nuevas instalaciones de energías renovables.