Huelva

La Reina de los Ángeles baja de la Peña Arias Montano a su pueblo

  • La procesión sólo se celebra en aquellos años en los que el día 2 de agosto es viernes

Emotiva y sentida. Multitudinaria y arropada. La Sierra unida bajo un mismo prisma: la imagen de la Reina de los Ángeles Coronada, que preside casi en lo más alto de la comarca, en un marco único e incomparable como es la Peña de Arias Montano.

La bajada de la Reina de los Ángeles del pasado viernes comenzaba próxima a las 21:00, justo después de la misa oficiada por Gregorio Sillero, párroco de Nuestra Señora de la Oliva de Dos Hermanas de Sevilla, y que tiene, como indicó justo al final de la misa, curiosas y familiares vinculaciones con la Peña y la Virgen.

No era un día normal en el entorno de la Peña, acostumbrada a recibir cada día a muchos fieles y turistas. Los aparcamientos y zonas colindantes repletas de coches, subida de vecinos de Alájar por el camino de toda la vida, fuerzas de seguridad en el cruce de arriba y de abajo, y serranos, muchos, peregrinando hacia el santuario, repleto de público tanto en el interior como en el exterior, donde se podía escuchar la misa mediante altavoces.

Cada vez más público se agolpaba a ver algo que sólo ocurre cada varios años, siempre que el 2 de agosto cae en viernes. La Virgen era sacada por los hermanos mayores de hermandades de la Reina de los Ángeles, venidas todas con sus respectivas representaciones. Móviles y cámaras de fotos a escena. Vivas y olés sin parar. Plegarias anónimas. Y música, con las castañuelas que portaban los niños danzantes de Cumbres Mayores hasta el cruce con la carretera. De ahí hasta la bajada al pueblo, con la noche cayendo sobre la sierra, el cortejo lo abría la agrupación de tamborileros Sones de Onuba. Y antes de despedirse de la Peña hasta la subida, realizada ayer, el coro aracenense Amigos de la Virgen cantaba.

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