El botellón clandestino era hace sólo unos años uno de los talones de Aquiles del Ayuntamiento en el control de la movida nocturna, sin embargo, la normativa vigente desde 2006 está inhibiendo progresivamente las concentraciones no autorizadas para el consumo de alcohol en la calle, de forma que los expedientes sancionadores por este motivo se han visto reducidos un 54% en el último año en la ciudad.

Según la información recabada por este periódico desde el área municipal de Medio Ambiente -que es la que tramita estas denuncias que llegan desde la Policía Local- durante 2012 y lo que va de 2013, se han puesto un total de 85 multas por botellones desautorizados. Aunque la práctica persiste, las incidencias van decreciendo y, si en 2011 fueron 152 las denuncias tramitadas desde el Consistorio onubense, en 2012 fueron 70.

El 50% de estas sanciones se pusieron entre los bares de La Merced y Las Colonias, y el resto se diseminó entre el Centro (cercanías del Gran Teatro), la zona de Los Cuartelillos, la Avenida de Andalucía y otros puntos dispersos de la ciudad.

En el marco de la Ley 7/2006 de potestad administrativa en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos en los municipios de Andalucía, se determinó la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en la vía pública, en el caso de la capital onubense, salvo en el área actualmente delimitada por el Ayuntamiento, esto es, el llamado botellódromo de la Avenida de Hispanoamérica, junto al Muelle de Levante, que consiste básicamente en el corte de la carretera y en una asignación policial cuya suficiencia o insuficiencia ha sido objeto de polémica. El emplazamiento en sí tampoco ha estado exento de controversia por entrar en terreno portuario -colisión de criterios institucionales, pues- y por la falta de infraestructuras específicas, como servicios para los jóvenes.

Según explican desde el Consistorio, a la hora de interponer las sanciones en las zonas no autorizadas, el procedimiento es el siguiente: La Policía Local emite una denuncia que después es remitida a la Delegación Municipal de Medio Ambiente. Posteriormente, desde el área de sanciones de este departamento se abre un expediente sancionador para cada una de las denuncias, que se notifica al denunciado y, desde ese momento, el multado cuenta con un margen de 15 días para presentar alegaciones. Las multas por beber alcohol en la vía pública fuera del botellódromo -con excepciones como las fiestas navideñas o el Recinto Colombino durante las fiestas- ascienden a 150 euros.

Señalan desde el Ayuntamiento que la mayoría de los denunciados por este motivo son personas mayores de edad. "Sólo hay registrado un par de denuncias a menores -precisan- y, en tal caso, el padre se considera responsable subsidiario de cara a afrontar la multa".

Los puntos en los que se han localizado desde 2012 botellones no autorizados son la calle Murillo, la Plaza de La Merced, la esquina de esta plaza con el Paseo de Buenos Aires, calle Aragón, Médico Luis Buendía, Alfonso XII, calle Guadalcanal con Pérez Galdós, Gobernador Alonso, Puerto, Marina, las pistas deportivas de la calle Jabugo, Avenida de Andalucía, Polígono Naviluz, Isaac Peral, Ismael Serrano, Vázquez Limón, San José, Avenida Pío XII esquina con Virgen de Guadalupe, Plaza de la Serrana, Cineasta Francisco Elías, etc.