El vino, la gastronomía y el flamenco conforman el capital turístico del Condado. Un tesoro patrimonial que sirve en esta primavera la empresa bollullera Sentire a través del espectáculo Flamencondado, que patrocina Bodegas Andrade.

Se trata de una propuesta que retrae en el tiempo, sentando al espectador entre los muros de una bodega centenaria donde se levanta un tablao, cuyo telón de fondo alberga la historia y las raíces que encarnan los bocoyes de madera de roble americano preñados de solera. Bajo este marco incomparable, la tenue y acertada iluminación envuelve mientras se descorchan el vino y se impregnan de aromas el templo vitivinícola. Es entonces cuando el sonido irrumpe en escena golpeando la madera y regalando los sonidos negros del flamenco. A la par, un quejío y una guitarra se abrazan mientras de la copa y del escenario emanan arte.

Así se describe un cóctel al que ya se han rendido cientos de turistas, lo que ha llevado a la empresa a ampliar de dos a tres el número de espectáculos durante los tres primeros sábados del mes primaveral.

La empresa bollullera destaca que a lo largo de las dos horas que dura el espectáculo se realiza una oda a estas dos expresiones artísticas que son el flamenco y el vino. Con esta filosofía se ha tratado de realizar un tiple maridaje con los distintos tipos de vinos, los palos del flamenco y, a su vez, con la mejor gastronomía de la provincia. Precisamente el menú se caracteriza por realizarse en comunión con la iniciativa Que sea de Huelva, lo que supone una garantía de calidad y la posibilidad de degustar lo mejor que ofrece la provincia en productos como el aceite, las chacinas, el queso, el marisco o la carne.

Todo ello se alterna con pases de flamenco que van desde el fandango, bulerías, abandolao, solea, pasando por solos de guitarra en los que se interpreta granainas, tarantas, y rodeñas.

El responsable comercial de Sentire, Víctor Vega, relata que han pretendido confeccionar una experiencia única en "la centenaria nave Solera de Bodegas Andrade. Una noche que comienza con la lectura de poemas dedicados al vino y una breve introducción para contextualizar el espectáculo. A partir de ahí se sirve el primer vino en copa, junto al plato a maridar, detallándose las características del caldo a través de su nota de cata, y se asocia al palo del flamenco que se va a presenciar de inmediato, realizándose igualmente una breve reseña del mismo para que el público entienda las conexiones y vivencias entre ellos".

Precisamente, la experiencia pretende ser artística y cultural para entender mejor dos expresiones tan nuestras que ha despertado el aplauso y el intereses turístico. En síntesis, un espectáculo poco explotado en nuestra tierra, a pesar de ser el Condado uno de los más afamados productores de vino y el flamenco estar considerado por la Unesco como un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.