Huelva

Vuelo de cometas en la Costa y la Sierra

  • Punta Umbría celebra el VII Campeonato de Andalucía de acrobacias en la playa de El Terramarl iniciativa Punta y Aracena comparten la afición por la cometas. La localidad serrana celebra todos los años la tradicional volada en el entorno del cerro del Castillo.

El arte de volar la cometa despierta pasiones en las localidades de Punta Umbría y Aracena. La localidad costera fue escenario ayer del VII Campeonato de Andalucía de Vuelo de Cometas Acrobáticas. La competición se desarrolló en la playa urbana de El Terramar, que acogió por segunda vez la prueba.

El colorido y la alegría del viento tomaron la playa urbana de Punta Umbría. Un día completo, quizá con demasiado viento para la competición, pero que permitió contemplar a alguno de los mejores de esta modalidad deportiva. Fueron unos 15 los competidores que finalmente participaron en este torneo. Entre otros, destacaban el equipo Imagina de Madrid, y el de Mistral del País Vasco. El vuelo en equipo fue espectacular.

Lo más llamativo fue un pulpo gigante, una cometa hinchable, a un hilo, además completamente artesanal y realizada por el onubense Pedro López, que reinaba sobre el cielo y era todo un espectáculo que alucinaba a niños y mayores.

El campeonato se desarrolló con la modalidad de dos hilos, las acrobáticas y otra de cuatro hilos, llamada la revolution. En contra de lo que pueda parecer, explicó uno de los organizadores, Juan Rodríguez, que "es más fácil, porque tiene dos líneas de frenada y dos de ataque y permite más margen de maniobra para el que la maneja.

Para los participantes, se trata de una competición muy interesante y para el público supuso un gran espectáculo, ya que además de ver las cometas, se podía contar con las explicaciones de los expertos e incluso al final se repartieron caramelos desde una de las cometas. Un lujo en la playa.

Un año más se ha realizado en Punta Umbría por las buenas condiciones de esta playa para practicar esta modalidad.

Por su parte, Aracena celebra, desde hace dos décadas, su tradicional volada de cometas en el entorno del cerro del Castillo. Este año se llevó a cabo el pasado 28 de septiembre, una iniciativa que surge del taller de cometas del cebollero Carlos Fernández Valladares, en los últimos cursos en una de las dependencias del Polideportivo Municipal de Aracena. Este año se ha visto desbordado por la demanda, ya que ha habido dos grupos de quince niños, y algunos se han quedado en la lista de espera para el próximo, procedentes tanto de las aldeas como de pueblos cercanos.

La tarde de la volada de cometas es especial. Los alumnos del taller acuden con cometa en mano en compañía de padres, familiares y algunos curiosos.

El taller se ha mantenido durante estos años "algunos hay más niños y otros menos, dependiendo también de la publicidad e información de cartelería" pero "nunca he tenido que suspenderlo por ausencia de inscripciones". El gran objetivo de Fernández "es continuar con esta iniciativa, siempre divertida y además sorprendente. Yo diría que es una experiencia única en la provincia y me gustaría que volaran sus cometas a lo largo del año y no sólo durante el día de la volada".

El tutor se encarga de buscar el material necesario para hacer las cometas, principalmente cañas que recoge en campos de la Sierra. Luego el papel, colores para hacer un bonito dibujo y el hilo para extenderla. Para ello cuenta con la colaboración de la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento aracenense.

La volada se convierte en una cita agradable y familiar al final de verano donde muchos padres recuerdan con anhelo sus largas tardes en el entorno del Castillo volando sus cometas con otros amigos. Siempre con las anécdotas de aquellas tardes de viento, donde los más aventurados y audaces lograban alcanzar mucha distancia con su cometa, quedándose algunos hasta sin hilo.

El éxito de las cometas, entonces, era tal que incluso Carlos Valladares recuerda cuando realizaba de joven cometas que vendía a otros amigos y conocidos, y así, lograba sacar algún dinero de cara a la celebración de las fiestas mayores del municipio, por entonces en septiembre.

El único factor a tener en cuenta es el aire. Fernández comenta que llevan varios años donde sí acompaña, aunque ha habido ediciones que se tuvo que aplazar porque era casi imposible echar a volar las cometas.

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