Ayer se celebró el día Mundial del medio Ambiente. 38 años después, uno de los centros formativos señeros en materia medioambiental, la granja escuela agroforestal, dependiente de la Diputación Provincial, acaba de recibir su acta de defunción. Décadas de experiencia en la formación de técnicos superiores en Gestión y Organización de los Recursos Naturales y Paisajísticos se han desvanecido de un plumazo, de la noche a la mañana.

El pasado día 1, alumnos, profesores, monitores y trabajadores recibieron la noticia de la clausura de la granja escuela. El consejo escolar apunta a la ruptura del convenio de la Institución provincial y la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía, que ha permitido hasta ahora una instrucción de calidad valorada positivamente por las empresas del sector, como la causa del cierre. Un extremo que la Junta de Andalucía ha negado.

En cualquier caso, éste será el último curso que se imparta en las dependencias del centro de aprendizaje, ubicado en el Trigueros, que abrió sus puertas en 1974. La decisión de clausurar las áreas de formación y ganadería, dos de las cuatro que tiene el centro, junto a las de vivero y agricultura, ha pillado por sorpresa a todo el personal vinculado con la granja escuela desde hace años.

El cierre ha supuesto un "auténtico batacazo" para los alumnos (un total de 60), ya que una parte de ellos no podrá continuar recibiendo la formación. La decisión afecta directamente al grupo del primer curso, que no podrá cursar el segundo año, por lo que su formación se quedará a medias. Éstos consideran que se han truncado, "sin saber porqué", las expectativas de trabajo que tenían. Se trata de un grupo de 30 alumnos, que han recibido el apoyo de sus compañeros del segundo ciclo que ya han completado su formación.

El alumnado no ha recibido ninguna explicación sobre la clausura del centro y asegura desconocer los motivos que han llevado a la Diputación a suprimir los cursos de la granja escuela que cuenta con una reputación a nivel regional. En la actualidad cursan la formación jóvenes procedentes no solo de la geografía andaluza, sino también de Extremadura.

En su opinión, no hay ninguna causa que justifique el cierre de las instalaciones e incluso han ofrecido una alternativa para evitar el mismo. Así, el grupo de alumnos se ha mostrado dispuestos a asumir un incremento de las tasas por alojamiento que abonan al trimestre y a entregar las becas que reciben.

Los alumnos consideran incomprensible el cierre, después de la inversión que ha realizado la Administración en la construcción de una planta para el almacenamiento de biomasa y una caldera que la granja escuela utiliza para el suministro eléctrico de las instalaciones, cuyo coste supera los 50.000 euros.

El colectivo lamenta que se pierda "de un golpe" toda la experiencia acumulada durante tantos años y que desaparezca un centro sin parangón en la formación en materia de gestión forestal. Un buen número de profesionales que trabajan en empresas como Ence, Egmasa o Tracsa han pasado por esta escuela en la que se impartían hasta ahora clases teóricas y prácticas (1.000 horas por curso). Desde su apertura, más de 2.000 técnicos forestales han salido de este centro.

Los estudiantes resaltan que la preparación que han recibido aquí no se podrá igualar con la de cualquier otro centro, ya que las clases son muy especializadas y son impartidas por profesores y monitores muy experimentados en las materias, entre ellas la de aprovechamiento forestal.

También destacan la organización y los métodos de trabajo utilizados, con grupos reducidos de ocho personas que permiten optimizar la formación o cómo contaban con un profesor de psicología de apoyo en las relaciones con el entorno de trabajo.

Los alumnos se quejan de la falta de diálogo a la hora de tomar la determinación de la clausura y critican que sea una "imposición" tanto de la Diputación como de la Junta de Andalucía. Ésta última se ha desvinculado del cierre de las instalaciones y asegura que el convenio con la Institución provincial se mantiene.

Poca información ha trascendido también entre el colectivo de profesores, monitores (alrededor de 20) y trabajadores del centro. Tan sólo que cinco laborales y dos trabajadoras serán reubicados en otras dependencias de la Diputación. Se desconoce cómo, cuándo y dónde. Otros permanecerán en el centro, atendiendo las áreas de vivero y agricultura que no se cierran.

Según los alumnos, la Administración tiene intención de trasladar el área de formación al IES Doñana de Almonte, donde ya se imparten clases agroforestales. Sin embargo, éstos entienden que la preparación no será misma que la recibida hasta ahora y que difícilmente podrán realizar las prácticas de vivero, siembra, poda, repoblación forestal, desbroce, topografía y mecánica agrícola e industrial. Precisamente el vivero suministra a los ayuntamientos de la provincia plantas, árboles y arbustos ornamentales, lo que constituye un pequeña fuente de financiación.

También desaparecerá el núcleo ganadero de la granja escuela, destinado a la investigación y preservación de ganado autóctono de Huelva, instalaciones que el pasado año recibieron una inyección de dinero.

Alumnos y profesores intercambiaban ayer, resignados, impresiones y la escasa información recibida. Los primeros abandonarán las dependencias en unos días, los segundos cambiarán de lugar de trabajo. Esta redacción se ha puesto en contacto con la Diputación sin que haya facilitado ninguna información sobre el tema.