Huelva

Se reduce la duración de las bajas laborales pero crece su incidencia

  • El número de procesos por cada mil trabajadores sube un 22% en los últimos tres años, mientras que su duración disminuye un 34% · Dolencias osteomusculares y respiratorias, las más numerosas

La inspección y seguimiento de los casos de incapacidad temporal por enfermedades comunes ha tenido su efecto en la duración de las bajas, dejando un claro descenso en el número de días que por término medio afecta a cada proceso, aunque los datos del Ministerio de Trabajo dejan un más que evidente incremento en el número de casos que cada mes se registra en nuestra provincia por cada mil trabajadores.

Un proceso de incapacidad temporal (como se denominan lo que popularmente se conoce como baja por enfermedad común) dura una media de 44 días, según los datos del Ministerio de Trabajo correspondientes al cierre del pasado ejercicio, 23 días menos de los que se aplicaban a cada proceso dos años antes, lo que deja un descenso en la duración de estas bajas del 34%. Una reducción que tanto fuentes de Salud como empresariales achacan a la labor de la inspección, que ha logrado que en la mitad de los casos inspeccionados se emita el alta laboral y que tres de cada diez onubenses vuelvan al trabajo nada más recibir la llamada de los inspectores.

Pero si se ha dado un paso adelante en este sentido también se ha constatado que se ha incrementado el número de bajas por cada mil trabajadores (incidencia). Así, según las mismas fuentes, la media mensual en nuestra provincia durante el ejercicio pasado alcanzó los 25,43 casos, cuando un año antes era de 21,08 y dos años atrás de 20,92, lo que pone de manifiesto que en tres años ha aumentado el número de bajas un 22%.

A pesar de estos datos, desde Salud se subraya que dos de cada tres episodios vuelven al trabajo después del 16º día de baja, ya que los procesos más numerosos son los que están provocados por enfermedades respiratorias y osteomusculares, procesos que no suelen requerir de largos períodos de reposo, si bien la media sube hasta los más de 40 días cuando se trata de enfermedades que están relacionadas con tumores o transtornos mentales o del sistema nervioso.

Las bajas laborales están íntimamente relacionadas con la actividad en la que se trabaja, con la edad de los trabajadores y también con el sexo. Así, según los datos que maneja la Delegación Provincial de Salud, más de una quinta parte de los procesos por incapacidad laboral llegan de la industria (en su concepción más amplia), sector al que le sigue la construcción, que acapara algo más de un 15% de las bajas, el mismo porcentaje que registra el comercio. Le siguen los servicios empresariales (con el 12% de los casos), intermediación financiera (con más del 10%) y hostelería (8%). A pesar de ello, según un estudio realizado el año pasado por la Universidad Pompeu Fabra, el sector de la industria presenta las bajas de menor duración frente al de la hostelería, donde casi se duplica el número de días en los que se sus trabajadores se mantienen de baja. Así, si la duración media de un proceso para un trabajador del primer sector se sitúa en los 22 días, esta cifra se duplica si se trata de un empleado del sector de la hostelería para llegar hasta los 40 días.

Si se analiza la edad de los trabajadores que se dan de baja, los procesos más numerosos se dan entre los trabajadores de menos de 40 años, si bien los procesos más largos corresponden a los que superan esta edad, que casi llegan a duplicar el número de días (35 frente a 56).

Las de los hombres son más numerosas que las de las mujeres, algo lógico si se tiene en cuenta que en el mercado de trabajo aún tiene un fuerte peso el género masculino. Así, atendiendo sólo a los datos del ejercicio pasado, del total de procesos por incapacidad temporal, el 75% correspondió a hombres, aunque la duración más larga corresponde a las que protagonizan las mujeres, dejando una media de 42 días para hombres frente a los casi 67 jornadas en las que se extienden las bajas de las trabajadoras.

A pesar de que las cifras absolutas pueden parecer en cierta medida alarmantes, desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria se destaca que las incapacidades temporales sólo afectan a la población activa (una tercera parte del total) que se beneficia de bajas laborales (el 30% de la población activa), lo que pone de manifiesto que el problema de este tipo de bajas (si puede entenderse como tal) hace referencia a un 10% de la población.

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