Huelva

Tras la pista de la Casa de la Chanca

La investigación del Ayuntamiento descarta que la estructura actual sea un reciclaje de la ancestral Casa de la Chanca, si bien la documentación rastreada apunta a que en esta misma vía se ubicó en el siglo XVII la fábrica de salazones, una hipótesis en la que hay muchos puntos ciegos que la dejan a expensas de prospecciones arqueológicas. El historiador Diego Díaz Hierro se refirió en un artículo escrito en 1965 a la "Casa de la Chanca, propiedad de los duques de Medina Sidonia, situada en la típica calle de Las Bocas, pasando a ser de los particulares desde su enajenación en 5 de junio de 1860", sin aportar más datos sobre su ubicación o pervivencia e insertándola en una enumeración de edificios emblemáticos de la ciudad ya entonces desaparecidos. El historiador se basó, a su vez, en una documentación de la época que acreditaba que el marqués de Villafranca, descendiente de los duques de Medina Sidonia, vendió a Rafael Hernández "la casa llamada La Chanca situada en calle Bocas esquinas con los barridos". Un emplazamiento que desde el Consistorio consideran "impreciso" y que, como esgrimen en el propio informe de Urbanismo, fue la referencia más remota que utilizó el catedrático Juan José García del Hoyo para promover esta campaña a favor de la conservación del edificio el pasado mes de julio.

Las anotaciones de 1861 en el Registro de la Propiedad permitirían ubicar esta venta en el número 10 de la calle Bocas.

El estudio de la arqueóloga municipal rastrea la documentación del Catastro, el Archivo Municipal, el Archivo Histórico Provincial, el Registro de la Propiedad y, entre otras fuentes, las Actas Capitulares, donde figura la génesis de estas edificaciones residenciales en el llamado terraplén de los Barrios de Tendaleras. El proyecto de Eduardo Pedreño, contratista de las obras de la carretera (que discurría por donde hoy se encuentra la Avenida de Italia), ofreció al Ayuntamiento la posibilidad de urbanizar este insalubre espacio a cambio de 30 solares. La remodelación de toda esta zona arrancó en 1859 con la construcción de esa carretera general que vino a unir el muelle con el exterior de la ciudad. Una remodelación que recibió un mayor impulso con la edificación de la plaza de abastos, inaugurada en 1866. "Es muy posible -apunta la GMU- que la denominada Casa de la Chanca desapareciera como tal en esos momentos, cuando hacía ya dos décadas que había perdido su funcionalidad como instalación pesquera. Y aquí existen dos posibilidades, o se demolió por completo o pudo ser reaprovechada por las nuevas construcciones".

La tipología arquitectónica que define a otras casas de La Chanca -la mejor conservada es la de Conil- "no se asemeja en nada a las edificaciones residenciales de la calle Bocas", ya que se trataba de construcciones con impronta militar, en cierto modo, fortificadas, ya que el atún era un recurso estratégico cuya explotación se situaba sin más remedio en la línea de costa, expuesta a los ataques de los piratas. Un estudio arqueológico de análisis de paramentos podría revelar qué puede quedar de La Chanca en cualquiera de las edificaciones presentes en esta zona de la ciudad, puesto que es posible que se reutilizaran partes del edificio. Este podría haber sido el caso de las arcadas visibles en el Bar Central y en otros comercios. Sin embargo, "no hay espacio suficiente en toda la calle Bocas para albergar una instalación como la de Conil de la Frontera […] Es obvio que La Chanca de Huelva no tuvo porqué tener las mismas dimensiones ni diseño, pero permite hacernos una idea de la entidad que pudo tener la instalación industrial".

Las intervenciones arqueológicas de la zona son otra fuente de información, destacando el hallazgo en el número 13 de la calle Bocas de estructuras de la Baja Edad Media, siendo la única excavación operada en la ciudad que ha dado una ocupación clara de estos momentos asociada a construcciones. Así pues, sostiene la GMU que "si hay que situar la Casa de La Chanca en un lugar concreto de la calle Bocas, sólo tenemos indicios favorables al respecto en el número 13, aunque ya el inmueble que fue demolido en el año 2005, habría arrasado en el momento de su construcción, a finales del XIX, esas estructuras arqueológicas detectadas".

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