Los datos del mes de julio dejan en la costa onubense una temporada "estancada", según la valoración que hacen los responsables de los hoteles de la comarca. El alto nivel de ocupación, que se mueve en porcentajes superiores al 85%, no logra mantener los márgenes de rentabilidad en los establecimientos donde los precios llevan varios años congelados. Más aún, los responsables de los hoteles aseguran que existe una fuerte presión de ofertas en el mercado que "tiene mucha incidencia. Esta es ya una realidad, como lo es también que cada vez se reserva más tarde", explicó el presidente de la Asociación Provincial de Hoteles, José Manuel Díaz. Este añadió que el mes de julio "ha sido muy duro" con un comportamiento bastante irregular, sobre todo en la primera y la última semana de julio, "que han sido bastante raras porque, parece, que los finales de mes están siendo difíciles", añadió.

Esta situación deja al sector en una difícil situación teniendo en cuenta que el último balance oficial correspondiente al segundo trimestre del año registró una caída de turistas en la provincia del 11,5% con respecto al mismo periodo de 2010. Además es la cuarta bajada consecutiva de visitantes que se produce en la provincia. Salvo la calidad caen casi todos los parámetros, la estancia media y el gasto diario de los visitantes.

Los hoteles de la Costa Occidental onubense aguantan los envites de la crisis económica manteniendo unos niveles de ocupación similares a la pasada campaña estival, rozando el 90% en julio, a costa de una bajada generalizada de precios, que repercute negativamente en la rentabilidad. Las cifras oscilan entre el lleno o casi lleno que presentan a día de hoy algunas instalaciones hoteleras de las playas de Ayamonte, especialmente en Punta del Moral, y el 80% que desde comienzos del mes de julio mantiene el hotel Precise Golf El Rompido, en las playas de Cartaya.

En medio, destaca el 92% que desde el inicio de la temporada estival registra de media el hotel Playa Canela, manteniendo prácticamente la misma ocupación del pasado verano, aunque "un poco por debajo", dijo su director, Miguel Ángel Sandoval. El 88%, que en el mes de julio registró el Barceló Isla Canela, mantiene "la misma línea" de la pasada campaña veraniega, afirmó su adjunta de dirección, Eloísa Virlaboa. Y el 85% de Islantilla Golf Resort desde el inicio del verano, "superó ligeramente la media del año pasado", apuntó director, Edmundo Hernández.

En la misma línea se sitúa el Fuerte Suites El Rompido, que con un 85% "supera las cifras del año pasado", según su nuevo director Tomeu Roig. El Puerto Antilla Grand Hotel se sitúa entre los que mantienen el mismo nivel del pasado verano con una ocupación en julio del 86%; y entre los que descienden, aunque "muy ligeramente" está el Playa Cartaya, según su director, Antonio Segura, con una ocupación en julio del 87%. Con estas cifras y con un mes de agosto halagüeño por las reservas de última hora a las que se está habituando cada vez más el turista, ya que en muchos casos la media de ocupación es este mes aún inferior al mismo mes de la pasada temporada estival y a la del pasado julio como es el caso del Barceló Isla Canela (79%) o el Puerto Antilla Grand Hotel (83%), casi todos los directores de los hoteles de la Costa Occidental coincidieron en mostrarse "satisfechos" con una campaña en la que en palabras de la gran mayoría "se están cumpliendo nuestras expectativas en cuanto a ocupación".

"Muy flojito", es el resumen que hizo el director del Albaida de Mazagón, Juan Carlos Gallardo, al hacer balance del mes de julio en su establecimiento. Afirmó que el nivel de ocupación se movió entre el 60 y el 70%, porcentaje que queda por detrás de la cifra del año anterior. Además, el hotel ha tenido que hacer ofertas, sacrificando en parte la rentabilidad de la ocupación.

Una excepción en el panorama provincial está en el Parador Nacional de Mazagón, cuya directora Olivia Reina afirmó que en el pasado mes de julio se lograron muy buenos resultados con un nivel de ocupación muy próximo al 100% manteniendo el nivel de precios. Reina explicó que la clientela fue entrando de forma lenta de forma que en la primera quincena las estancias fueron de 3 días la media general mientras que en la segunda parte se situó por encima de la semana, "lo normal fueron 9 días".

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hoteles de Matalascañas, Alejandro Berdejo, se mostró satisfecho la ocupación en términos generales, sin embargo, añadió que "hace tiempo que los empresarios hemos dejado de tener en cuenta este dato sino el de la rentabilidad que es bien diferente porque los precios llevan estabilizados desde hace tiempo". Este empresario reconoce que Matalascañas tiene una aceptación alta porque "desde hace tiempo tenemos un público fidelizado que se mueve en torno al 30%, que es un porcentaje muy alto".

En lo que más se notan el efecto de la crisis es en el descenso del gasto medio por turista, tanto dentro como fuera del hotel, y en las pernoctas con respecto a años anteriores. Un hecho que produce una "extraña situación", según Sandoval, "que nos lleva a pensar que los ciudadanos siguen queriendo ir de vacaciones, pero intentan gastar lo mínimo, por la delicada situación que atravesamos".

La estancia media se sitúa este verano de forma generalizada en unos 5,5 días por turista (entre 5 y 7 días). Una cifra que recorta en tres o cuatro días el periodo vacacional de hace unos años, que era de una semana o diez días. Destacar que el turismo vacacional sigue siendo en la mayoría de los casos "eminentemente nacional (en torno al 95%) y de carácter familiar, aunque con excepciones como por ejemplo Precise Golf El Rompido, Fuerte Rompido Suites, Islantilla Golf Resort o Barceló Isla Canela, muy ligados a la oferta de golf.