En su lucha por contener el gasto farmacéutico, la Consejería de Salud ha puesto en marcha el 1 de junio la normativa por la que las oficinas de farmacia solo pueden dispensar los medicamentos genéricos en precio menor, es decir, los más baratos del mercado.

Después de un mes y medio desde que el nuevo panorama se empezara a aplicar en Andalucía, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva ha informado de que "sigue habiendo desabastecimiento de medicamentos en precio menor", aunque aclara que "los mecanismos de sustitución habilitados para hacer frente a esta situación están funcionando, tanto por parte de los farmacéuticos como por la Administración" de modo que el problema no está llegando a la ciudadanía que sigue retirando los medicamentos recetados.

Sin embargo, el nuevo marco de actuación sí está teniendo otros efectos en los usuarios. El más habitual es que desde ese 1 de junio, los cambios de medicamentos -ya que siempre se está a la búsqueda de entregar el de precio menor- han sido bastante habituales y en algunos casos frenéticos. Esto ha supuesto cambios en los formatos de los diferentes fármacos. Hay que tener en cuenta que las cajas de los medicamentos suelen ser la mejor guía orientativa de su contenido en los pacientes de edades avanzadas. Las modificaciones han originado que muchos de estos usuarios se hayan desorientado ante los cambios en las apariencias de las cajas y de los comprimidos, lo que no es un tema menor en personas polimedicadas.

El Colegio de Farmacéuticos onubenses hace también referencia al incremento de trabajo que ha supuesto el nuevo marco, ya que "la gestión de pedidos es mucho más complicada y hay que 'diligenciar' las recetas en caso de que no esté disponible por desabastecimiento, el del precio menor". "Además -añade el Colegio- ha de poder demostrarse por parte de la oficina de farmacia en caso de ser necesario, por lo proceder a la sustitución por un medicamento equivalente no deja de tener su complejidad".

La complejidad se plasma en carpetas llenas de impresos en los que los farmacéuticos van acumulando los medicamentos que han tenido que entregar por no contar con el de precio menor. Junto a la referencia se le inserta el sello que reza: Sustituyó por desabastecimiento de precio menor. Esto supone que los farmacéuticos han vendido medicamentos a un precio superior a lo que la Consejería de Salud está dispuesto a pagar. Aunque el colectivo confía en que la Administración cargue con este gasto provocado por el desabastecimiento de precio menor, no las tiene todas consigo ya que admiten que no hay nada protocolizado al respecto y temen que los propios farmacéuticos tengan que costear la diferencia de precio. Aunque la situación se va asentando, solo hay que mencionar que durante el pasado mes se procedió a 12 actualizaciones de precios menores, lo que da cuenta del caos que se ha vivido en muchas oficinas de farmacia y en buen número de usuarios.

Una de las orientaciones que se ha dado a los farmacéuticos es que "solo en caso urgente, se dará una medicación que sea de mayor precio", pero una vez más los profesionales se encuentran con que no hay nada protocolizado.

Desde el colectivo de las oficinas de farmacia se calcula que en dos tercios de los casos, las farmacias no han podido disponer del medicamento más barato y por tanto no han podido dispensarlo, por esa sencilla razón de que los laboratorios titulares de las presentaciones más baratas, o no tienen capacidad de producción, o no tenían cuotas de mercado suficiente para abastecer a toda Andalucía e incluso algunas de esas presentaciones más baratas ni siquiera estaban siendo comercializadas en la región.