Sinhué Arroyo. Fundador y director de Playence

"Al buen producto no le preocupa la nacionalidad"

  • Con este buscador semántico se puede hallar el segundo exacto en que se pronuncia una palabra o en el que aparece una persona, con lo que las empresas aprovechan el valor añadido de la información de sus contenidos.

Sinhué Arroyo nació en Segovia y parte de su formación superior la desarrolló en Málaga. "He impartido clases en varias universidades y en Málaga hay un nivel muy alto", subraya. Sobre inversiones, el creador de Playence tiene claro que ha de afrontarse más confianza en la investigación. "Tal vez lo que hace falta es que en lugar de invertir 6 millones en un edificio se destine ese mismo dinero, por ejemplo, a programas de inversión de tecnología. Reúnes proyectos y sólo con que funcionen una mínima parte recuperas toda la inversión. El modelo está en que invirtamos menos en edificios e invirtamos ya en las personas".

-¿Es descabellado pensar que podríamos vivir con implantes que nos facilitaran idiomas, conocimientos?

-Lo que está relativamente cerca es que nos implanten información en el cerebro como mapas. Nuestra capacidad para asimilar información es pequeña y lo mejor es tener un interfaz  con el que no haga faltan pantallas o gafas, sino que esté dentro de nuestro cerebro. Será el siguiente paso. 

-¿Llegaremos eso a verlo nosotros?

-Creo que lo vamos a ver nosotros. A las google glass les falta integración, pero todo esto va tan rápido... Apple o Samsung van a seguir esa vía abierta. Yo comencé a programar cuando tenía 10 años, en Basic. Si lo piensas, sólo han pasado 30 años desde entonces. Yo tengo 39. El arranque de la informática fue lento, pero en estos próximos 30 años será un desarrollo más acelerado. En los años 80 íbamos a 5 kilómetros por hora y ahora iríamos a 125. En un futuro, iremos aún más acelerados.

-El futuro, entonces, no estaba en la nave de 2001, sino en el ordenador HAL.

-Estos dispositivos que tenemos son interfaces. Del móvil y la tablet pasaremos a una siguiente locura, la de la información dentro del cerebro.

-Y de la Universidad de Málaga a su despacho en Chicago, vía Innsbruck, ¿Cómo se hace ese camino?

-En el año 2000 acabé Ingeniería Superior de Informática en la Universidad de Málaga  y estuve dos años trabajando en Madrid, pero quería profundizar en la investigación. Estaba montándose un instituto de inteligencia artificial en el campo de la Semántica en Innsbruck que lo convertimos en el más importante del mundo y allí hice el doctorado. Volví al mundo empresarial, ayudé a sacar a la compañía a Bolsa, no fue mal, y a partir de ahí quise hacer mi propio negocio en lo que  yo era realmente bueno: en Tecnología de la Semántica. El tremendo esfuerzo en investigación dio pie a la creación de un producto; ahí nace Playence. Hicimos un buscador semántico avanzado que va evolucionando hacia una plataforma en la que los datos que hay en los ficheros audiovisuales se conviertan en información para las necesidades frente a los competidores.

-Todo gira en torno, entonces, a un motor de búsqueda que indaga donde otros no lo pueden hacer.

-En Playence tenemos siete patentes y en los próximos meses tendremos otras doce. En mi investigación buscaba solucionar problemas y todo ese conocimiento lo reutilizamos: eso es transferencia tecnológica de libro. La empresa la abrí en Austria y poco después abrimos oficinas en España, en el Reino Unido, y desde el año pasado en Chicago y San Francisco, con sendas oficinas comerciales. Opté por residir en Chicago  porque el equipo de ingenieros los tenemos en Madrid, y así tengo menor diferencia horaria. A Chicago hemos ido a vender y es un punto más estratégico que San Francisco, donde los impuestos y los sueldos del gremio informático son más altos. 

-¿Y para quién trabaja?

-Nuestros clientes son empresas grandes que aprovechan el valor añadido de la información de sus contenidos. Trabajamos para Repsol, Sony, Santillana, el Imserso. Servimos plataformas en las que puedes hallar el segundo exacto en que se pronuncia una palabra o en el que aparece una persona. Es un gran ahorro de tiempo porque buscamos dentro de las bandas de audio. A otro nivel, nuestras soluciones pueden darte el resultado cuando tecleas "fondos de inversión de renta variable en el Sudeste Asiático..."

-Ese servicio es precisamente muy interesante para los medios.

-Playence tiene clientes entre las cadenas canadienses y estadounidenses. En España en el sector audiovisual no es que no hayan visto la utilidad, es que no hay dinero para esa inversión.

-Es útil. Los políticos dicen y se desdicen cada día... 

-Los contenidos audiovisuales por volumen ya son mayoría en la información. Pero entiendo que los medios españoles viven en una situación difícil. En España nos orientamos, por ejemplo, hacia el sector de la educación. Con Santillana hemos construido un portal que servirá a toda la comunidad educativa para aprender con tecnología de última generación. Preparamos una plataforma de e-learning, un punto común virtual de aprendizaje, con intercambio de información entre centros. Con el Imserso se va a permitir que nuestro buscador elimine barreras para la tercera edad. Pueden así los mayores buscar con expresiones sencillas y acceder a muchos más contenidos que con otros buscadores necesitarían palabras más exactas.

-¿Sirve cualquier idioma?

-Sí, y en variantes lingüísticas del castellano o del inglés. Todos esos matices los soporta la herramienta.

-¿En ese futuro de información en el cerebro Playence estará ahí?

-Pues no lo sé. Nosotros procesamos la información y estamos explorando, creando búsquedas más útiles.

-¿Cómo le ha ido en los negocios como Marca España? 

-Desde que nos instalamos en Chicago tengo socios de muchos países pero hasta hace un año Playence era sólo española. Ejerzo de español y el centro de operaciones está en Madrid, pero todo eso de Marca España ni nos perjudica ni nos beneficia. Nuestros clientes confían en un producto y no les preocupa la nacionalidad. El buen producto no tiene problemas de banderas.

-¿Cómo diría que es el trabajador español?

-Creo que  somos creativos, trabajamos duro, sin complejos frente a otros países, pero además nos involucramos más en los proyectos. Y hay mucha gente que estaría dispuesta a investigar en Andalucía, por las buenas condiciones generales, pero no lo hacen porque hacen falta más equipos y los sueldos son bajos. 

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