El Recreativo de Huelva B, pese a jugar en inferioridad numérica desde el minuto 40 sacó el premio del terreno de un Cádiz B que falló un penalti en el tiempo de prolongación.

Establecer una victoria a los puntos le hubiera dado el pastel al conjunto de Ángel Oliva, que ganó en posesión y llegada pero que no tuvo claridad de ideas para rematar al rival y, sobre todo, de una finalización acorde a lo que requiere competir en categoría nacional.

El filial del Recre no estuvo fino a pesar de gozar de una gran alegría final, ya que anduvo a verlas venir y definitivamente renunció al ataque cuando se quedó con un jugador menos. Pero tuvo una gran virtud: entereza psicológica. Los pupilos de Carlos Ríos se envalentonaron para no agachar la cabeza antes de tiempo a pesar de que no aportaban criterio.

El primer tiempo sólo llamó la atención por un remate a la media vuelta a cargo de Fran y por un mano a mano de Javi Catalán con Ángel que el cadista mandó al lateral de la red. Fue la mejor ocasión local. Fuera de lo estrictamente deportivo, lamentar el codazo de Rubén García sobre el rostro de Juanito, que fue atendido durante cinco minutos como consecuencia de una hemorragia. La expulsión resultó más que merecida a pesar de las incomprensibles protestas del técnico Carlos Ríos.

A vuelta de vestuarios, el equipo de casa empezó a notar los primeros síntomas de ansiedad sin que esto les llevase a marcar. Esto provocó que el Recre B montara algunas contras buscando la calidad y velocidad de Álvaro, si bien tampoco el remate fue su fuerte.

El Recre B creyó en sus posibilidadades de dar la sorpresa y Miguelito avisó con un tiro inocente. Tanto, como el penalti que provocaron los centrales cadistas y que aprovechó Kike para marcar.