El Real Madrid continuó ayer su gran fiesta al visitar el Ayuntamiento y la Comunidad madrileña para ofrecer a las instituciones la undécima Copa de Europa, conquistada el sábado en Milán. Los actos protocolarios dieron paso al jolgorio pleno en el abarrotado Santiago Bernabéu, hasta el filo de la madrugada.

Con la afición madridista ya agolpada y esperando ante el Palacio de Cibeles, Cristiano Ronaldo encabezó la llegada con media hora de retraso a una sede del Ayuntamiento en la que la alcaldesa, Manuela Carmena, fue saludando uno por uno a los campeones de Europa. Sergio Ramos, capitán y portador del trofeo, y Zinedine Zidane, cerraron la comitiva. En el salón de actos, Carmena solicitó un aplauso para un equipo al que siempre recibirá en el Ayuntamiento "con los brazos abiertos", antes de dar paso a Florentino Pérez. El dirigente se acordó de las víctimas en dos atentados sufridos por peñas madridistas en las dos últimas semanas en Iraq, honrando su recuerdo.

Posteriormente, el equipo blanco reanudó su trayecto, siempre respaldado por una afición que llenaba las calles de la capital española. En su llegada a la Puerta del Sol, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, no quiso perder la ocasión de fotografiarse con Florentino Pérez a pie de calle.

La segunda parada comenzó con un minuto de silencio por las víctimas de los atentados en Iraq. Después, la presidenta volvió a posar con el máximo mandatario blanco y, tras un vídeo resumen de la final que emocionó visiblemente a Carvajal, Florentino ofreció a Cifuentes la réplica de la copa, además de una camiseta conmemorativa, que la política no dudó en enfundarse.

En su discurso, Florentino volvió a insistir en su dedicatoria a las personas fallecidas por los ataques yihadistas, y, además de elogiar al Atlético de Madrid, lanzó ya el objetivo del próximo año. "Lo que nos enseñaron nuestros mayores como Santiago Bernabéu o Alfredo di Stéfano es a marcar un camino de esfuerzo, sacrificio, talento y respeto. Así se construyó esta leyenda del Real Madrid. Ya tenemos la undécima Copa de Europa, pero nuestra historia dice que toca trabajar para ganar la duodécima. Somos capaces de lograr lo que parece imposible y vamos a trabajar para intentar conseguir más títulos", declaró, antes de elogiar a Zidane: "Quiero darle las gracias a Zidane, porque la novena, la décima y la undécima Copa de Europa están ligadas a tu nombre. Ésta es la primera como entrenador".

Desde el balcón de la Real Casa de Correos, los jugadores blancos se hicieron fotos con la multitud que llenaba la Puerta del Sol y posaron con la Champions League, para deleite de los aficionados. Sergio Ramos, que califico de "grande" al entrenador, agradeció a la hinchada todo su apoyo antes de partir rumbo a la última parada del recorrido, el Santiago Bernabéu.

Zizou también se animó a dedicar unas palabras a petición de las personas presentes en la plaza, para ceder el micrófono a un Cristiano Ronaldo que recordó su famoso grito e instó a Álvaro Arbeloa a tomar la alternativa, despidiéndose de los merengues.

La fiesta se prolongó hasta el filo de la madrugada en un atestado Bernabéu. Bajo el lema Reyes de Europa, la afición blanca disfrutó eufórica y volcada con sus sus ídolos -el primero, Zidane- del habitual espectáculo de sonido, luz y fuegos artificiales.