MÉRIDA | recreativo

Una gesta de otro planeta

  • El Recre busca en Mérida su tercer triunfo consecutivo a pesar del sinfín de adversidades que lastran al cuadro de Ceballos Antonio Domínguez por Aitor, único cambio en el once

Los de Ceballos lo tienen muy claro. Atrás quedaron los intentos de florituras o el atrevimiento temerario. Las armas que hay dan para lo que dan y en las dos últimas semanas se demostró que la fórmula más eficaz es la más pragmática. A este Recre le viene mejor replegarse, esperar y ceder la iniciativa. Con el balón en los pies tiene serios problemas, mientras que si se defiende con orden puede aparecer la oportunidad para que los de arriba resuelvan alguna oportunidad. No cabe otra y de nuevo se verá a ese Decano en Mérida.

Arañar puntos a cualquier precio es el objetivo albiazul. En casa o fuera. Con 28 en su casillero sabe que necesita una docena o alguno más para respirar y eludir el fantasma de los puestos de descenso a Tercera. Tiene dos encuentros clave por delante. Tras sumar siete de nueve en los tres partidos precedentes asume que lograr otros cuatro ante el Mérida y el Jumilla sería un golpe casi definitivo con todo lo que queda delante. Pero no se dejan engañar por los resultados recientes los recreativistas. Tanto sus jugadores como el entrenador tienen presente que lo van a pasar muy mal. El milagro buscado y trabajado al que aludía el viernes Ceballos tendrá mucho de humano y de sacrificio si finalmente se consuma en el mes de mayo.

El Decano sale a quebradero de cabeza por semana. Cualquier conjunto lamentaría la pérdida de efectivos o la pertinaz plaga de lesiones que acompañan a los albiazules. La última, la de Arthuro. En realidad más que lamentarse en la coincidiencia entre las penurias y las bajas cabría plantearse hasta qué punto las ausencias vienen en gran medida provocadas por las carencias a las que se enfrenta Alejandro Ceballos día a día. La plantilla albiazul es muy corta en efectivos y apenas tiene margen para dar refresco o descargar a sus hombres. Esto los obliga a ir al límite siempre. El caso más reciente de Arthuro es un fiel ejemplo. El brasileño tuvo que forzar por necesidad. Con una plantilla más amplia probablemente habría guardado el reposo necesario. No lo hizo y ahora lo paga con una lesión de mayor duración. Los médicos temen que se pierda al menos dos meses de competición, lo que condena al Recre a pelear por la permanencia que Ceballos tilda de milagrosa sin su futbolista más determinante. Incluso las sanciones vienen dada en buena medida por esta escasez. Jugadores fuera de su lugar habitual que ven cartulinas tal vez no imprescindibles y situaciones que los complican. Al final la espiral acaba arrastrando al bloque. Ya en el último partido hubo varios jugadores con calambres y molestias por el sobreesfuerzo. La plantilla va al límite de su capacidad y en ocasiones incluso más allá.

Las opciones de cara al choque contra el Mérida son escasas. En defensa a Alejandro Ceballos apenas le salen las cuentas. Tiene dos centrales mientras espera que Diego Jiménez pueda volver al equipo. Álvaro Moreno y Carlos Delgado saldrán de inicio. Ambos tienen además cuatro cartulinas amarillas. En los laterales Edu Moya e Iván Robles tienen serias opciones después de la mejora que experimentó el equipo en la segunda parte frente al filial del Almería. Ale Zambrano, Manu Molina y Dani Molina apuntan a formar tridente en el centro del campo, mientras que Núñez tiene una plaza segura en una banda. Antonio Domínguez cuenta con serias opciones de salir por la otra, con Rubén Mesa como referente ofensivo.

Con el refuerzo que sí contará el Decano será con el fichaje de invierno al que aludió Ceballos el viernes. Un buen número de aficionados se desplazará hasta Mérida para acompañar y animar a su equipo. Sabe el Recre que no está solo. Pese al abandono institucional en el que se encuentra sumida la entidad, el apoyo de su gente no le va a faltar. Esa comunión resultó fundamental en el choque contra el Almería B.

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