Si un equipo no ha perdido en todo el campeonato y otro no conoce la derrota en su campo, el resultado sólo puede ser fútbol. Es lo que ofrecieron el Sporting y el Recre. Los asturianos con sus armas, los albiazules con las suyas. Dos contendientes duros, competitivos y aguerridos que vendieron y compraron muy caro el punto que se llevaron del Nuevo Colombino.

Los aficionados se marcharon satisfechos con un empate. Tanto o más que a veces con una victoria. Intensidad, ritmo, velocidad y un derroche hasta donde dieron las fuerzas para brindar un pulso de agradecer en una categoría secuestrada por la racanería en exceso.

En este deporte los méritos cuentan poco. Aquí no hay un jurado que dictamine la correcta ejecución de una suerte. Hay una realidad implacable: el gol.  Fue la suerte esquiva del Recre. Joselu vio puerta por segunda semana consecutiva, pero también desperdició algunas ocasiones claras que pudieron cambiar el curso del encuentro.

Las áreas marcan. En la recreativista Sotres no estuvo fino, tampoco su barrera. El cántabro pudo hacer algo más en el tanto asturiano. No pudo mucho más trabajo pese al ímpetu rojiblanco. En la contraria Cuéllar fue el más destacado junto a sus defensores de los visitantes, amargando la mañana a Joselu.

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Este Recre funciona como un mecanismo bien engrasado por su director, un técnico que ayer demostró una vez más su capacidad para sacar un plus a sus efectivos. A balón parado el duelo contra el Sporting fue de nivel altísimo. El Recre generó peligro en todas sus acciones de estrategia, sorprendió una y otra vez a su oponente y le hizo duda permanentemente. Cada córner o falta lateral se convirtió un sinvivir para Cuéllar y los suyos. El trabajo en la pizarra es mérito del técnico. Una vez más el remate fue la asignatura a mejorar.

El Sporting tiró bastante menos que el Recre. Creó más sensación de peligro que agobio real. Se encontró con un tanto muy pronto. A los seis minutos Jony golpeó desde la frontal una falta en la que Sotres pudo hacer algo más. Fue una acción extraña y sorprendente. El tanto activó inicialmente a los albiazules. Su arreón de amor propio en los cinco minutos siguientes pudo suponer la igualada. Cuéllar primero y la mala puntería después frustraron las dos claras ocasiones de Joselu.

El Sporting generó problemas con sus robos y sus salidas dinámicas. El Recre replicó, cerró vías y poco a poco se hizo con el control del choque. La primera parte albiazul le habría dado para irse al menos con una igualada al descanso. Joselu a la media hora la volvió a tener.

En ataque los asturianos se perdieron demasiado en la gresca de Guerrero y Menosse. El uruguayo se las tuvo con el delantero rojiblanco, que al ecuador estaba más pendiente del central recreativista que del balón. Abelardo aprovechó unos problemas físicos para retirarlo del campo.

Joselu rondó el gol durante todo el encuentro. Sin embargo el balón parado fue el recurso más fructífero en ataque. A los 40 llegó así la igualada. Córner que Menosse cabeceó al segundo palo, Víctor Díaz remató de forma irregular y Joselu caza en las inmediaciones.  

  El mejor termómetro de la primera mitad fue la ovación del Nuevo Colombino a su equipo cuando se marchó al descanso. Reconocimiento y satisfacción a partes iguales. La sintonía de la grada es total con un equipo que se siente fuerte en su campo.

El Decano fue a por el partido tras la reanudación. El choque fue perdiendo intensidad y las ocasiones se espaciaron más en el tiempo. El Sporting de Gijón se defendió y esperó su momento al contragolpe para volver a golpear. Carmona tuvo la ocasión más clara para los rojiblancos.

Oltra decidió dar un paso al frente. Introdujo a Braulio para acompañar a Joselu en los metros finales y a Antón para generar superioridad junto a Montoro en esa zona del campo. Jesús Vázquez se quedó como cierre en el centro del campo. Las circunstancias condicionaron el tramo final del duelo.

Al Decano se le hizo muy largo el partido. Los últimos diez minutos los jugó en reserva, con las fuerzas justas y mirando de reojo a las salidas de un oponente al que el empate después de todo no le pareció mal resultado. Fueron los minutos más desestructurados del choque, en los que las marcas se aflojaron y las fuerzas flaquearon. Tiempo para el acierto individual. Echó en falta entonces el Recre el tercer cambio. La salida de Montoro por lesión impidió que probablemente Núñez hubiese dado frescura en los metros finales con su desborde y velocidad. Braulio y Antón siguen en proceso de recuperación. La falta del valenciano, ya sin Dimas, resto presencia al centro del campo, donde Dani Molina y Jesús Vázquez se desdoblaron en esta fase definitiva.

A pesar de ello tuvo el Recre la suya. Joselu rebañó un balón en el área que Luis Hernández sacó bajo palos con Cuéllar ya superado.