Su fútbol le dio para merecer la victoria y algo más de oficio le habría evitado el sufrimiento. El Recre sumó sus primeros tres puntos como visitante y demostrar que su buen comienzo de campeonato tiene base para la confianza.
Oltra le dio continuidad al once que venció al Llagostera una semana antes en Huelva. El Recre necesita crecer con un bloque sólido. Su técnico apostó por la misma alineación ante un rival que iba a exigirle más que el oponente catalán.
No hay nada más rentable en el fútbol que hurgar en la herida del contrario. Cuando los problemas de un equipo trascienden lo deportivo difícilmente sus energías estarán al cien por cien sobre el césped. El Recre necesitó diez minutos para alimentar las dudas del Mallorca y su crisis. Con la grada dividida entre animar y e increpar al palco, un entrenador que está realizando la pretemporada con puntos en juego y un equipo que está buscando su identidad, lo mejor era golpear pronto, rápido y contundente para incidir en el estado de ánimo.
El Mallorca comenzó con buena predisposición. Llevó el peso y quiso la pelota durante cinco o diez minutos. El Recre lo dejó hacer, se defendió con orden y calmó el ímpetu inicial. Le buscó las cosquillas en un par de ocasiones con salidas rápidas sin éxito hasta que Montoro se sacó de la chistera una obra de arte.
Cabrero repelió un lanzamiento desde la frontal. Pedro Ríos dio continuidad al juego. El jerezano recuperó en la banda y la puso al centro. Braulio con un toque la cedió a Montoro y el valenciano la clavó en la portería balear. Tres futbolistas de superior categoría asociados en una jugada de Primera.
Hasta el ahí el Recre estuvo perfecto. Luego con la ventaja en el marcador se dejó dominar por el Mallorca, al que en lugar de liquidar dio vida para sacudirse la tensión y buscar la meta de Sotres. El conjunto bermellón se mostró mejor buscando la igualada que con el empate a cero. La necesidad y el objetivo dieron sentido a su partido.
Montoro intentó estirar al equipo acercándose a Braulio, para permitir la salida del balón y la llegada del medio. A punto estuvo sin embargo de empañar su tarde con una pérdida que sorprendió incluso a su oponente a la media hora de encuentro.
A pesar del dominio local, un par de acercamientos albiazules encendieron de nuevo las iras del Iberostar. El segundo gol podía ser letal. El ambiente debía ser un aliado recreativista a poco que los onubenses estuviesen finos en los metros finales.
Los avisos recreativistas y el oficio no le dieron para ampliar su renta en el marcador, pero bastaron para aplacar a su oponente, alimentar sus dudas y enfriar el encuentro lo suficiente como para llegar sin contratiempos al descanso y regalarle al Mallorca una sonora pitada de su público.
Braulio pudo sentenciar a los tres minutos de la reanudación. Con un Mallorca desperezándose todavía metió el pie lo justo. El balón se marchó rozando el palo. El primer desajuste defensivo recreativista permitió a Sotres, casi inédito en la Liga hasta ayer, demostró sus condiciones bajo palos. El cántabro sacó una mano prodigiosa abajo en una internada clara de Fofo.
El Mallorca se fue arriba de nuevo. El Decano no cerró espacios en el centro del campo. La distancia entre líneas permitió a los medios baleares crecer y sentirse cómodos. Marco Asensio pisó área en el 58. Se encontró con Sotres, que detuvo otro mano a mano, pero su rechace lo recogió Scepovic para igualar el duelo.
El Recre pedía un cambio que le permitiese reconstruirse y recuperar la calma perdida. En un choque de ida y vuelta como el que se estaba fraguando iba a tener mucho que perder el Decano. Oltra dio entrada a Núñez por el agotado Pedro Ríos. El técnico buscó refrescar la salida del cuero con un hombre de banda que diese profundidad al ataque.
A Braulio se le encendió el piloto de reserva cuando a los 67 tuvo el segundo y a trompicones no fue capaz de aprovechar el titubeo de la defensa local. Aún tuvo otra antes de ser sustituido por Joselu. A Braulio aún le queda para estar a su mejor nivel, pero dejó detalles una vez más de lo que puede aportar.
Oltra metió a Manu Molina para recuperar el centro. No le pudo salir mejor. Prácticamente la primera intervención del onubense le puso en bandeja la victoria. Un pase al espacio lo luchó el medio albiazul hasta anticiparse a Cabrero en la salida. Penalti y expulsión. Jesús Vázquez sentenció con Martí como portero ocasional (84').
El Mallorca se tiró sobre el campo recreativista. Karpin pidió un sacrificio kamikaze a los suyos con el partido perdido. De nuevo sufrió el Recre, al que faltó algo de oficio ante el arreón final local. No volvió a tirar a puerta. Debió parar el juego, cortar el ritmo y frustrar el conato de reacción desesperada balear.
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