Está claro que cada cual busca sus intereses y defienda la postura que más le conviene. Sinama Pongolle no va a ser menos y estando como está inmerso en un traspaso que le puede reportar suculentos beneficios, además de abrirle las puertas de un grande europeo con un contrato prolongado, trata de jugar sus bazas para presionar a los dos equipos que más fuerte han pujado por él para subir su beneficio personal.

El francés, que lleva diez días dejándose querer por la afición benfiquista, hablando maravillas del Benfica, de Lisboa y del proyecto que le ha presentado en persona Rui Costa, director deportivo luso, se destapa ahora con unas afirmaciones diametralmente opuestas en las que hace bueno aquello del 'donde dije digo, digo diego' para ponerse duro con respecto a los portugueses y congraciarse con el Atlético de Madrid.

La realidad es que el Recreativo tiene encima de la mesa desde el primer momento dos ofertas formales y reales por el jugador. Una procede del Atlético y la otra del Benfica. La primera en llegar fue la colchonera y habría prosperado de haber aceptado Enrique Cerezo las condiciones expuestas por el Decano en relación a Braulio. Como no accedió a dejar salir al delantero en propiedad, el caso se enfrió, pero siempre ha estado ahí. Sinama lo sabe.

Posteriormente llegó la propuesta lusa. El Recreativo la recibió con los brazos abiertos por dos razones. La principal porque era superior en lo económico a la que le había enviado el Atlético y la secundaria porque le resolvía otro problema o 'frente' con el que lidiar. Le quitaba de encima a Carlos Martins. Al centrocampista le quieren buscar una salida que deje dinero en caja y de esta forma se solucionaba todo. Sinama se marchaba en forma de traspaso suculento y con él se iba Carlos Martins, dejando entre ambos una cantidad superior a los ocho millones de euros en caja (diez en total en una operación en la que el Sporting de Lisboa también tiene su parte del pastel). Todos felices y contentos. Al menos las palabras de Sinama Pongolle y los movimientos de todos los implicados así lo hacían ver.

Sin embargo, el francés quiere más. Sabe que la propuesta portuguesa es la que prefiere el Recreativo. Es la que más dinero le reportaría y por ello presiona a su manera, dejándose querer de nuevo por la otra parte casi olvidada durante diez días (el Atlético de Madrid) para tratar así de forzar al Benfica a apretar más. Sabe que entre Recreativo y Benfica no hay apenas problemas y el acuerdo no tendría mayor inconveniente, pero para ello es necesario ahora el visto bueno de un futbolista que ha estado durante dos semanas vendiendo las bondades del proyecto de Quique Sánchez Flores. Está claro que si recibe una llamada subiendo la oferta inicial de 1,4 millones de euros por temporada, que en su momento le pareció suficiente, volverá a retomar el discurso pro-Benfica.

De momento ayer estuvo Rui Costa en Vila-Real de Santo Antonio, y se esperaba que aprovechara para reunirse con los rectores recreativistas. Estos no quieren que la salida de Sinama Pongolle se dilate mucho más en el tiempo. Saben que es algo inevitable, por lo que lo quieren cerrar cuanto antes para saber la cantidad con la que cuentan y poder centrar los esfuerzos en buscar una solución al problema que va a generar la marcha del francés.