baloncesto lPartido de vuelta de la final de la Primera Nacional

Un equipo campeón

  • El CD Enrique Benítez volvió a ganar al Coria en un partido que fue muy equilib rado

Campeón. Por méritos propios. Ganó en Coria y lo volvió a hacer en Huelva. Con algo de sufrimiento, utilizando lo que mejor sabe hacer, su baloncesto, aguantando el tipo cuando venían mal dadas, y sacando enorme provecho de ese caudal de talento que atesora especialmente en su cinco inicial.

Enrique Benítez y Coria ya han ascendido a la Liga EBA. Quedaba la guinda de proclamarse campeón de Primera Nacional, y ahí estuvo más efectivo el equipo onubense. Cierto es que los cuatro partidos que han disputado esta temporada estos dos conjuntos han estado marcados por el equilibrio y la igualdad, aunque en los momentos determinantes siempre Enrique Benítez tuvo un puntito más. Pasó en Coria y volvió a ocurrir es este Andrés Estrada que recupera ese halo de talismán que siempre tuvo -no hace mucho el CB Conquero tocó el cielo para alegría de esos incondicionales del baloncesto que tanto han sufrido en los últimos tiempos.

Fue un partido para trabajarlo desde el inicio, para masticarlo ante las exigencias de un rival al que le fue mejor cuando se jugó menos al baloncesto y optó por la guerra de guerrillas.

Como en los dos primeros cuartos el protagonista fue lo que reclamó en su día Pepu Hernández -BA-LON-CES-TO-, el Enrique Benítez disfrutó de sus primeras ventajas. Amparado en su buena defensa, el equipo local cerró el camino del rebote y, por consiguiente, tuvo muchas opciones de correr el contraataque y anotar fácil.

El equipo de Javier Rodríguez Walls se fue al descanso con una aceptable renta de nueve puntos (31-22), a los que había que sumar otros nueve del partido de ida. El camino, de todos modos, no había sido fácil, y no lo iba a ser después.

El tercer cuarto fue diferente. Hubo menos baloncesto. Los árbitros señalaron dos técnicas al Coria y una antideportiva al equipo local, y una ventaja de hasta 16 puntos a dos minutos para acabar ese periodo, se fue al garete en el momento en que el partido se convirtió en un campo de minas. Ahí no se mueve igual el Enrique Benítez, que cerró este cuarto con un apretado 46-44, dejando las espadas en todo lo alto.

Menos mal que en el último periodo volvieron las aguas a su cauce. Bajo la batuta de Javi Montaner, la orquesta local ya nunca más desafinó, y mucho menos cuando gente de la trayectoria de Antonio Gómez o Rojas se dejan ver.

Poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, el equipo local se adueñó de nuevo del partido, aunque en el electrónico esa diferencia se notara menos. Pero sí lo suficiente como para llegar al final con el partido en el zurrón, la eliminatoria decantada y con unas buenas sensaciones pensando en el futuro inmediato: Liga EBA, palabras mayores, pero ahí está el campeón.

Gonzalo Ávila 18

Javier Montaner 11

Pablo Hitos 10

José Rojas 14

Antonio Gómez 11

José A. García 0

Bruno Medina 3

Álvaro Rodríguez 0

Javi Rodríguez 0

Pedro Rabadán 0

Alejandro Polo 0

Enrique Escalante 0

M. Martínez 0

J. R. López 12

J. Ortega 10

J. H. López 17

M. Carvajal 2

R. Casanova 2

S. A. Gómez 0

A. Martínez 8

J. Rufo 0

A. Domínguez 2

F. Fernández 2

G. De Souza 10

Árbitros: Ruiz y Jurado. Aceptables, aunque el partido tenía mucho que pitar. Eliminados por personales: Pablo Hitos y A. Martínez. Incidencias: Unas 700 personas se dieron cita en el polideportivo Andrés Estrada para ver el partido de vuelta de la final de la Primera Nacional de baloncesto.

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