No era la Operación Armada ni los Idus de Marzo, pero la prevista victoria del PP en Andalucía, en la que creyeron todos hasta el domingo por la tarde, se iba a saldar con un golpe interno en toda regla contra la secretaría general de José Antonio Griñán. Hoy, sin embargo, el presidente de la Junta es uno de los pocos líderes del PSOE a nivel nacional al que le avalan el resultado de las urnas. No es que haya ganado las elecciones -se quedó a un solo punto de Javier Arenas-, pero evitó que Andalucía sea presidida por el PP al obtener 47 parlamentarios que, sumados a los 12 de IU, llegan a 59, una "mayoría de izquierdas" más que suficiente. "Lo de aquí ha sido una gesta", comentó ayer Griñán a los periodistas después de que celebrase la primera reunión de la Ejecutiva del PSOE andaluz tras las elecciones del domingo. Una gesta, en el sentido, de que todo parecía ir en contra de los socialistas: las encuestas, el poder del Gobierno central y las dos victorias anteriores del PP en Andalucía e, incluso, una cierta soledad que se concentró en torno a José Antonio Griñán, interna y externa, inducida o buscada. Quizás, por eso, lo de la gesta.

Sin embargo, ayer por la mañana, en la sede del PSOE de la calle de San Vicente, casi todos flotaban aún casi en una nube. Muchas sonrisas, y poca autocrítica, aún no había transcurrido ni 12 horas desde que se terminase la fiesta. La Ejecutiva sí autorizó, formalmente, a Griñán a negociar con IU la formación de un Gobierno "estable", aunque el líder socialista no quiso ir más allá; es decir, si esto se traducirá en un Ejecutivo de coalición o en un acuerdo de legislatura, sin consejeros de IU, pero cuyos representantes le darían apoyos en el Parlamento.

"El pueblo andaluz ha dicho que quiere un Gobierno de izquierdas", manifestó Griñán, sin cerrar la opción del Ejecutivo bicolor, y es que el resultado del 25-M arroja 59 escaños entre el PSOE e IU frente a los 50 del PP, y un total de 1.960.810 votos frente al 1.567.207 de los populares.

Socialistas y representantes de IU ya tuvieron los primeros contactos durante la campaña electoral, y ahora una comisión socialista negociará los detalles con la federación de izquierdas. Serán tres miembros: uno del Gobierno andaluz, María del Mar Moreno; otro del PSOE -la secretaria de Organización, Susana Díaz- y otro del Parlamento -el onubense Mario Jiménez, actual portavoz en la Cámara andaluza. IU ya ha decidido que apoyará a Griñán en la investidura, lo que conllevará que el presidente del Parlamento sea de esta formación, pero aún no ha decidido si entrará en el Ejecutivo. No obstante, el actual líder de IU, Diego Valderas, fue el mayor defensor de entrar en el Gobierno en el año 1994, cuando se dio una circunstancia similar, un hecho que fracasó bajo el amparo de la estrategia del sorpasso de Julio Anguita.

Lo del apoyo de legislatura o el Gobierno bicolor es una disyuntiva, especialmente, importante: un Ejecutivo de coalición es más estable que el acuerdo de legislatura, pero IU debe discutir que opción prefiere y consultarlo con las bases. El líder de IU, Diego Valderas, manifestó ayer que prefiere hablar de políticas que de cargos, y puso, por ejemplo, que exigirá a los socialistas la creación de comisiones de investigación en el Parlamento. Griñán contestó a ello, y aseguró que no tendría ningún problema, incluso a uno sobre el caso de los ERE fraudulentos, algo a lo que hasta ahora se ha venido negando. "Lo que haya de ser será, esto es lo que hemos querido, el caiga quien caiga, y así será", mantuvo el presidente de la Junta. Esto fue muy bien valorado por IU, desde donde se desmintió que ya hubiesen pedido el puesto de la Presidencia del Parlamento para una mujer.

El presidente de la Junta se comprometió a que el acuerdo con IU será transparente, se conocerán todos los detalles y, como tal, se anunciará en el Parlamento. La Cámara andaluza se reunirá por primera vez después de las elecciones el próximo 19 de abril: ese jueves y el viernes se elegirán los miembros de la mesa y el presidente o presidenta, donde ya se dejará ver el pacto con IU. Será la primera visualización, pero después habrá un período de, al menos, una semana, durante la cual el candidato se dedicará a preparar un discurso que llevará en su interior la petición de apoyo a los diputados de IU. Desde el momento de la investidura a la formación del Gobierno no suelen pasar más de un día, así que el Ejecutivo estará formado la primera semana de mayo, si bien la negociación con IU debe fraguarse antes, posiblemente después de Semana Santa, según han explicado algunas fuentes socialistas.

Griñán sostuvo que parte del relativo éxito de los socialista se ha debido a su opción de no hacer coincidir las elecciones andaluzas con las generales del 20-N, lo que ha permitido contrastar los programas. "Hacer nuestro propio camino", apuntó el presidente en referencia al propio eslogan con el que el PSOE ha concurrido a las elecciones. El presidente, en funciones hasta su elección, mantuvo que su campaña electoral ha sido "un acierto", porque le ha permitido hablar cara a a cara con distintos sectores. El equipo del presidente es consciente de que dos sectores han sido claves: el de la sanidad y el de la educación. En opinión de Griñán, el de la educación ha sido aún más importante, si bien las dos consejeras que mayor protagonismo han tenido han sido las dos del área social, Micaela Navarro y María Jesús Montero, de Bienestar Social y de Salud, respectivamente.

Un gesta, por tanto. Griñán, que además de ser secretario general del PSOE es presidente federal, sale ahora muy reforzado de las elecciones. Como su dirección. No soy un líder mundial -vino a bromear-, pero sí solicitó que "me respeten el sitio". El secretario general del PSOE, Pérez Rubalcaba, dejó en sus manos la negociación andaluza, y quien fuera su contrincante, Carme Chacón, le telefoneó para felicitarle por los resultados de la noche del domingo.