Garzón alega que se vio "obligado a comprobar" la muerte de Franco

El juez recurre la querella por prevaricación admitida por el Tribunal Supremo en relación con la causa del franquismo al considerarla "jurídicamente inaceptable"

El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, recurrió ayer la admisión a trámite por parte del Tribunal Supremo (TS) de la querella por prevaricación interpuesta en su contra por el sindicato Manos Limpias en relación con la actuación llevada a cabo por el magistrado en el caso de las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo. Según fuentes jurídicas, Gonzalo Martínez-Fresneda, abogado de Garzón, presentó el recurso el pasado sábado en el juzgado de guardia de la Plaza de Castilla, desde donde ya ha sido remitido al TS. El propio Martínez-Fresneda acudió ayer al registro del Alto Tribunal para aportar información complementaria al recurso, después de que el juzgado de guardia no se la admitiese.

Según el recurso de súplica presentado, Garzón siempre actuó con intención de "garantizar la tutela judicial de las víctimas". Por ello aceptó las denuncias, incoó unas diligencias previas, se declaró competente para la instrucción y se vio obligado, antes de inhibirse en la causa, a comprobar si el general Francisco Franco y otros mandatarios del régimen habían fallecido. "A los efectos de la jurisdicción, el juez instructor tiene la obligación jurisdiccional de comprobar fehacientemente el óbito, y así debe hacerse siempre", dice el escrito, en el que se aclara además que, una vez comprobados los fallecimientos, Garzón "declaró, sin demora, la extinción de sus posibles responsabilidades" y se inhibió "a favor de los tribunales competentes". El abogado de Garzón asegura por otro lado que el sindicato que presentó la querella lo hizo como "burda represalia" contra el magistrado porque éste rechazó anteriormente una denuncia contra el político comunista Santiago Carrillo. Así, la acción de Manos Limpias "no cumple las exigencias de la especialidad y concreción", sentencia el texto del letrado.

Además, el recurso afirma que Garzón se limitó a "defender jurídicamente y con argumentos fundados en Derecho su competencia" y recuerda que ninguno de los jueces de la Audiencia Nacional "advirtió mala fe ni indicio de conducta irregular" en la actuación del juez.

En cuanto a las diferencias mantenidas entre Garzón y la Fiscalía sobre la competencia del juez en dicha investigación, Martínez-Fresneda recuerda que "lo importante es que todos los magistrados de la Sala de lo Penal aceptaron que estaban en presencia de un debate jurisdiccional en el que se enfrentaban lealmente dos interpretaciones diversas de la Ley". Dicho esto, añade que "ni uno solo de los que componen el Pleno de la Sala de la Audiencia Nacional advirtió que Garzón fuese supuestamente un prevaricador por haber sostenido su competencia".

Para el abogado de Garzón, la decisión del TS es "jurídicamente inaceptable, dicho sea con el máximo respeto" al no darse "ninguno de los requisitos de una supuesta prevaricación". Esos requisitos, añade, serían que la decisión del juez fuera no sólo incorrecta jurídicamente sino contradictoria con el ordenamiento jurídico de forma "tan patente y grosera que pueda ser apreciado por cualquiera".

Asimismo, el abogado asegura que "si la decisión del juez fue tan manifiestamente extravagante, cabe pensar que el Ministerio Fiscal hubiera reaccionado" frente al auto de incoación de diligencias previas o frente a las providencias con las que se fueron acordando diligencias complementarias, o lo hubiera hecho el juez Santiago Pedraz, que sustituyó a Garzón por una baja médica.

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