Andalucía

Chaves calma al PSOE andaluz

  • Siete provincias defendieron el martes que no era el momento de un congreso extraordinario · Griñán también asumió que no se daban las condiciones para adelantar un cónclave que casi todos daban por seguro el lunes

"Chaves no va a salir en este partido por la puerta de atrás". Así resumió uno de los secretarios provinciales del PSOE de Andalucía el sentir que presidió el almuerzo que celebraron el martes pasado en Sevilla los representantes de los ocho territorios con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán. El PSOE pospone, al menos por el momento, la idea de celebrar un congreso extraordinario con carácter inmediato para acabar con la bicefalia con dos dirigentes distintos, uno en el partido y otro en el Gobierno. El propio José Antonio Griñán llegó a la reunión, que tuvo lugar en un restaurante del Aljarafe sevillano, con la idea de que no se podía forzar al partido a convocar ese congreso, y de hecho coincidió con los secretarios provinciales en que no se daban las circunstancias adecuadas para celebrar el cónclave.

Desde el pasado verano, los socialistas vienen discutiendo sobre la posibilidad de convocar esta reunión de la que saldría José Antonio Griñán como secretario general, lo que supondría la salida de Manuel Chaves después de 15 años en el cargo. El debate volvió a tomar cuerpo la semana pasada y, en especial, desde el domingo. Destacados dirigentes socialistas daban por hecho el lunes que al PSOE no le quedaba otra opción que acabar con la bicefalia, entre otras razones porque recurrentemente ha venido dando problemas que han trascendido a la opinión pública, pero al final ha pesado más el factor Chaves: esto es, que no se adoptara ninguna decisión mientras el actual secretario general y ex presidente de la Junta no diera su visto bueno.

Durante estos días, Chaves, hoy vicepresidente tercero del Gobierno, se ha cuidado de no realizar declaraciones públicas, aunque un dirigente del PSOE andaluz admitió ayer que durante estos días "hemos hablado todo con todos". Manuel Chaves sigue teniendo bastante ascendencia sobre la ejecutiva del PSOE andaluz y sobre todos los secretarios provinciales. Ninguno de ellos estaba dispuesto a tomar alguna decisión que pudiera interpretarse como un desaire al que todavía es su secretario general. Es posible que Manuel Chaves sí se refiera hoy al asunto.

El PSOE andaluz se ha enfrentado durante estos tres días a un dilema: si convocar ya el congreso para erradicar de una vez por todas los "dimes y diretes", tal como se refirió Manuel Chaves a este debate hace un mes, o evitar una reunión de estas características donde pudieran aflorar otro tipo de tensiones internas. De hecho, el domingo y el lunes muchos dirigentes en Sevilla y en Madrid reconocían que estaban abocados a un congreso extraordinario. Una salida que se fue esfumando a lo largo del martes.

Ahora, bien, cabe preguntarse por qué se reunieron, entonces, los secretarios provinciales con José Antonio Griñán con tanta urgencia. Un miembro de la ejecutiva socialista, que no asistió al encuentro, explicó ayer a este medio: "Con independencia de lo que ha sucedido estos días, era necesario que el presidente hablara de éste y otros temas con todos los secretarios, y era bueno que no estuvieran condicionados por otros miembros de la dirección". De hecho, el presidente se vio a solas con los ocho secretarios; no estaban presentes ni Luis Pizarro, vicesecretario general, ni Rafael Velasco, el secretario de Organización.

José Antonio Griñán sí obtuvo el compromiso de los secretarios provinciales de que él intervendría en las elaboración de las listas de las próximas elecciones municipales. De hecho, el sentido del comunicado que emitieron, posteriormente, es ése, el de reconocerle a Griñán el liderazgo social y político del "proyecto socialista".

El PSOE debe tomar decisiones muy delicadas sobre sus candidatos a las alcaldías de determinadas ciudades, y el presidente de la Junta también quiere tener una voz determinante. Parece claro que en Huelva, donde los socialistas creen contar con mayores posibilidades de arrancarle el poder al PP, presentarán a la presidenta de la Diputación, Petronila Guerrero, o que en Córdoba, les gustaría que fuera el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pero hay decisiones muy complejas, como si es necesario cambiar al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y llegado el caso, por quién.

Dos de los asistentes coincidieron en el relato que hicieron ayer de la reunión a este medio. Todos los secretarios argumentaron que éste no era el mejor momento para plantear el congreso, debido a que el debate había saltado a la opinión pública y se podía dar la impresión que se estaba tomando una decisión al margen de Manuel Chaves. Sólo el secretario de Jaén, Gaspar Zarrías, realizó otro tipo de razonamientos, aunque coincidió con el resto de los reunidos en lo fundamental. "Ocho de ocho", dijo uno de ellos.

Uno de estos secretarios recurrió a los estatutos del PSOE para explicar las condiciones que se deben de dar para celebrar el congreso extraordinario: que dimita el secretario general -esto es, Chaves-; que dimita la mitad de la dirección regional, o que el comité director presente una moción de censura.

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