Este verano de 2024 llega a PC (Steam Early Access) el juego de exploración, construcción y roguelite Into the Emberlands, obra del estudio alemán Tiny Roar, que presenta un mundo que ha sido sumido en la oscuridad y nosotros estamos llamados a reconstruir.

Los jugadores asumen el papel del Portador de la Luz, equipado con una linterna llena de un brillante resplandor llamado Ember, con la misión de cortar la oscuridad, rescatar a los pacíficos Knacks y reconstruir un refugio seguro en el centro del mundo. Para ello deben adentrarse en diferentes biomas generados proceduralmente y recoger recursos que luego se utilizan para reconstruir la aldea y expandir el refugio.

Además de combinar elementos de exploración, construcción y combate con un toque roguelite, el juego presenta un desafío central: si la linterna del jugador se apaga mientras está en el campo, él mismo se convertirá en un "perdido", lo que requerirá que un nuevo Portador de la Luz continúe con la misión. Esta mecánica añade un elemento de riesgo a la exploración y fomenta la estrategia y la gestión cuidadosa de recursos y tiempo.

Los biomas en Into the Emberlands varían ampliamente, desde bosques hasta montañas y desiertos. Cada bioma tiene características y desafíos únicos, lo que anima a los jugadores a adaptar sus estrategias para superar obstáculos. Además, el juego presenta una variedad de personajes y criaturas que ofrecen misiones, recompensas y herramientas útiles para avanzar en la historia.

Por su parte, las opciones de reconstruir y expandir el refugio incluyen la construcción de nuevas estructuras, tiendas e instalaciones que contribuyen al desarrollo del pueblo y a la mejora de los equipos y habilidades del jugador. La expansión del refugio también ayuda a desbloquear nuevas áreas para explorar y a desvelar el misterio detrás del Miasma.

Como curiosidad, Into the Emberlands evolucionó a partir de un proyecto anterior llamado Wanderful. Gracias a la filosofía de desarrollo iterativo y abierto de Tiny Roar, el concepto del juego cambió significativamente, lo que llevó a la decisión de darle un nuevo nombre para reflejar mejor la dirección y el espíritu del producto final.