Los vestidos largos combinados con transparencias y espaldas desnudas se imponen el próximo otoño-invierno, para vestir a una mujer refinada que marca su paso firme y decidido, subida a botas de estilo militar con vertiginosos tacones que refuerzan la feminidad.

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Gucci busca en sus raíces y presenta a una mujer independiente y determinante que seduce a través de su feminidad mediante vestidos que remarcan la delgada figura femenina.

La riqueza de contrastes y detalles de fantasía fetiche son los protagonistas de una colección que incide en chaquetas de hombreras, ajustadas, que remarcan las cinturas, mediante finos cinturones de piel.

Con sus diseños, la firma italiana se aleja de la provocación para centrarse en la insinuación, mediante cuellos cerrados y escotes poco pronunciados, que se combinan con faldas de tubo por debajo de las rodillas que ofrecen una cierta sobriedad.

Con su nueva colección, Gucci apuesta por una mujer amante de la noche que recurre a las tonalidades oscuras, especialmente el negro, el verde botella y el marrón, pero sin abandonar ciertas dosis de colorido, como los azules fríos, las diferentes tonalidades de burdeos y los estampados salvajes.

La firma italiana también otorga un gran protagonismo a la combinación de adamascados de seda, raso y plumas de avestruz.

Durante la primera jornada de la Semana de la Moda de Milán, que fue abierta por la diseñadora Paola Frani, también se pudieron ver sobre la pasarela los diseños de Angelo Marani, Simonetta Ravizza o Frankie Morello, entre otros.

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