Pase de joyas en los Premios Novel de Estocolmo

Los Bernadotte sacan de paseo sus alhajas reales

Los Bernadotte sacan de paseo sus alhajas reales

Los Bernadotte sacan de paseo sus alhajas reales

El año pasado también estuvo, pero no pudo lucir tiara, al ser entonces la prometida del príncipe Carlos Felipe pero no aún alteza real. Así que éste era su año, el de su esperado debut en los Nobel. La princesa Sofía, que ya no es Hellqvist y espera el que será el quinto nieto de los soberanos escandinavos, paseó su Óscar de la Renta de 76.000 coronas suecas (8.000 euros) por la alfombra de los prestigiosos premios, celebrados el jueves en el Salón Azul de Ayuntamiento de Estocolmo entre aplausos glamourosos y rodaballos, y lo coronó con 'su' tiara, la diadema de diamantes y esmeraldas que llevó en su enlace matrimonial, regalo de sus suegros, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia.

Cuentan que los soberanos quisieron 'contentar' a la esposa de su hijo, de comentado pasado, con esta joya de uso exclusivo para ella alejándola así del joyero de los Bernadotte. Son sólo rumores pero en ésta, su gran ocasión para estrenarse en su papel de princesa, ha vuelto curiosamente a dar la espalda a cualquier otra alhaja real.

No obstante, si una joya se convirtió en la reina de las miradas fue la que lució en la cabeza la elegante y siempre admirada princesa Magdalena. La hija menor de Carlos Gustavo y Silvia -esta última majestuosa con un conjunto de seda rojo y como aderezo la histórica diadema de las Nueve Puntas-, acudió a la cita sublime con un vestido azul serenidad (color del año junto al rosa cuarzo, según Pantone) de escote cerrado, transparencias en las mangas y paillettes, que complementó con la tiara Aquamarine Kokoshnik, que perteneció a su abuela Sybilla.

La heredera al trono, Victoria, cumplió con un vestido premamá color berenjena made in Sweden de la firma By Malina y la tiara Diamantes de Connaught.

Gema Amil

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