Vivir en Huelva

Pasodoble para un rincón marinero

  • El joven cartayero Pablo Ponce Chaguaceda estrena una partitura dedicada a El Rompido después de su primera composición sinfónica

El cartayero Pablo Ponce.

El cartayero Pablo Ponce. / Jordi Landero (Cartaya)

El joven cartayero Pablo Ponce Chaguaceda, de 22 años de edad, continúa subiendo peldaños en el mundo de la música y, el pasado mes de noviembre, estrenó en la localidad granadina de Atarfe el pasodoble de concierto Arca de Buey, dedicado al rinconcito marinero onubense de El Rompido.

El estreno de su nueva composición se produjo con la Banda Sinfónica Municipal de Música Ciudad de Atarfe, y el pasodoble está inspirado en la "historia de un castillo al cual los piratas pusieron fin", en referencia al Castillo de San Miguel Arca de Buey, que dio origen a lo que hoy conocemos como El Rompido.

Este estreno llegó pocos meses después de la presentación y estreno de su primera gran composición, una obra sinfónica que lleva por nombre Diario de un viaje sin rumbo, a cargo de la Banda Sinfónica de Córdoba, de la que forma parte y la cual dirigió el pasado verano para la ocasión en la localidad cordobesa de Montoro, con un gran éxito de crítica y público.

El músico cartayero no para en su meteórica carrera y, recientemente, también ha compuesto otro pasodoble de concierto, Luz y Luna, que será incluido en un disco que grabará el próximo mes de junio la Banda de Música de la Vera+Cruz de la localidad malagueña de Almogía. También trabaja actualmente en la composición de dos marchas procesionales que se estrenarán esta próxima cuaresma tanto en la propia Almogía, como en la ciudad también malagueña de Marbella.

Pablo Ponce ya cuenta con una amplia trayectoria a pesar de su edad (22). Pablo Ponce ya cuenta con una amplia trayectoria a pesar de su edad (22).

Pablo Ponce ya cuenta con una amplia trayectoria a pesar de su edad (22). / Jordi Landero (Cartaya)

Ponce comenzó su formación en la Escuela Municipal de Música de Cartaya cuando era muy pequeño, escogiendo para ello el trombón como instrumento. Posteriormente ingresó en el Conservatorio Profesional de Música Javier Perianes de Huelva, donde terminó sus estudios profesionales en 2014.

Actualmente se encuentra concluyendo sus estudios superiores de música en las especialidades de trombón y composición, los cuales empezó hace cuatro años en el Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba. El joven músico cartayero también ha vivido otras experiencias formativas de interés como su estancia en el Conservatorio Real de Música de Amberes (Bélgica), gracias a una beca Erasmus.

A la par de sus estudios, ha formado parte y colaborado con numerosas formaciones dentro y fuera de la provincia, como la Banda de Música de Cartaya, la Banda de Música de Punta Umbría, la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, la Orquesta de la Universidad de Huelva o la Banda Sinfónica de Córdoba.

En su corta -pero intensísima- trayectoria, también ha hecho arreglos para cantautores de la provincia, así como para producciones como el musical ¡Qué festín!, de la compañía La Supertropa de Lepe. Con la banda de Cartaya ha tenido la oportunidad de estrenar dos de sus marchas procesionales, concretamente Elyon y Rex Crucis.

Siempre le ha gustado la composición para banda ya que, según sus palabras, "se trata de una formación a la que he estado muy ligado desde pequeño y, además, no es que goce de mucho repertorio de calidad, como sí tiene la orquesta, que en un país como el nuestro tiene mucha más tradición".

‘DIARIO DE UN VIAJE SIN RUMBO’

Su composición Diario de un viaje sin rumbo se inició en el año 2017, cuando Pablo Ponce se propuso comenzar el proyecto de una obra para gran banda sinfónica. Según sus palabras Diario de un viaje sin rumbo es "una fantasía sinfónica de tintes impresionistas que sugiere una sucesión de paisajes y acontecimientos totalmente libre, de forma que cada espectador puede imaginarse su propia versión".

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