Vivir en Huelva

La noche de rehiletes ilumina Aracena

  • Vecinos y visitantes disfrutan de la veintena de candelas

  • La de Santo Domingo, con el tostón solidario, es la más concurrida

La noche de rehiletes en Aracena volvió a ser mágica, multitudinaria y, una vez más, se rindió homenaje a una tradición tan sencilla como ancestral en el tiempo. Una cita que también constituye una fiesta dentro del rico y amplio calendario lúdico de Aracena, aunque algo más improvisado y con el germen de los propios vecinos bajo tutela del Ayuntamiento. De hecho, todas las candelas, que previamente fueron objeto de solicitud, contaron con el visto bueno del Consistorio y las recomendaciones a seguir en todo momento.

Los rehiletes son una tradición con varios siglos de vida y en estos últimos tiempos también un gran reclamo turístico. A lo largo del tiempo han perdurado y, aunque ha habido momentos de más o menos candelas, siempre se han quemado los rehiletes en la noche del 7 de diciembre en las plazas, rincones y calles de Aracena.

En estos últimos años, los rehiletes están de moda: existen numerosas candelas (cerca de una veintena) y la fiesta ha alcanzado una magnitud sin precedentes que se ve apoyada por una multitudinaria asistencia de público. Más aún, como fue ayer, cuando el tiempo acompañó.

Los turistas que disfrutaron de su primera noche de rehiletes sencillamente alucinaron por ser una tradición casi única y diferente. Muchos de ellos recorrieron diferentes puntos de pueblos donde se ubicaban estas candelas. Como siempre, hubo mucho ambiente, especialmente entre familia y amigos, predominando los jóvenes como protagonistas al ser quienes prenden los rehiletes. Se trata de una vareta grande de olivo repleta de hojas de castaños. Al girarla en círculos, se provoca un juego de colores preciosos para el ojo humano.

La fecha de los rehiletes no es casual, la del 7 de diciembre, previa a la Inmaculada Concepción, de ahí que tenga su trasfondo religioso. Además, otra de las esencias es el ambiente familiar.

Las candelas comenzaron avanzada ya la tarde y casi entrada la noche. Entre las siete de la tarde y las diez de la noche se vivió el momento de mayor ambiente. Aun así, algunas candelas realmente no tuvieron final durante la noche y cada una acabó cuando el ritmo de los presentes así lo quiso. En algunos casos las candelas no sólo sirven para quemar rehiletes, sino que se aprovechó un año más para asar carnes ibéricas y disfrutar junto a buen vino o mosto.

Las candelas más populares son las clásicas y de barrios antiguos del pueblo. En los últimos años la más concurrida es la de Santo Domingo, porque coincide con el tostón solidario, además de ser una de las candelas más grandes y en un entorno bello como es ante la fachada de la iglesia y ante una plaza muy amplia y siempre con bastante público.

Para el tostón solidario, con trece ediciones de vida, un impresionante tostador de castañas empezó a asar sobre 200 kilos de castañas a partir de las siete de la tarde. Este año se asaron menos kilos que otros años porque la campaña de la castaña en la Sierra no está siendo buena. De hecho, en las últimas ediciones se asaron sobre 300 kilos e incluso más.

Como siempre, se volvieron a vender las castañas asadas, líquidos apetecibles como el rico mosto y dulces caseros realizados por la Asociación de Mujeres Aracena. Los miembros del Consejo Municipal de Bienestar Social y muchos colaboradores vendieron en una barra habilitada en la fachada lateral de la iglesia, muy próxima a la candela de los rehiletes.

Aun así, la organización del tostón comenzó su trabajo por la mañana, incluso días antes, y durante toda la tarde. Y como todos los años, el tostón fue solidario, esta ocasión a beneficio del proyecto de los campos de refugiados de Grecia denominado Cambiando el juego, en el que participa un joven aracenense.

Con anterioridad, la candela más afamada era la de la Plaza Alta y, por su parte, la candela de la Plaza de Toros, en el barrio de Santa Lucía, es otra clásica y que se caracteriza por ofrecer comida y otras delicias gastronómicas, además de presumir de quemar los rehiletes más gigantes de todo el pueblo. En los últimos años la candela de Cantarrana está en auge.

Con el crecimiento poblacional de Aracena en la última década, hay candelas en muchos rincones y calles del pueblo. En todos ellos el Ayuntamiento previamente echó arena para no manchar el suelo. Durante el día de hoy se llevará a cabo el proceso de recogida y limpieza.

Por cuarto año consecutivo, la Concejalía de Tradiciones ha promovido un concurso de fotografías sobre los rehiletes en el que los interesados pueden participar de dos formas. Por un lado, en Twitter o Instagram, al publicar las imágenes con la etiqueta #Rehiletes2017, #Aracena2017 y #destinorural. Y por otro lado, al enviar un máximo de tres fotografías al correo electrónico festejos@ayto-aracena.es. El premio, para ambos casos, es de un jamón.

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