Cada vez son más las personas que deciden tener un conejo como animal de compañía, ya que estamos ante una mascota que se adapta perfectamente a la vida en casa y a la convivencia con otros animales.

Una vez que el pequeño conejo llega a casa, lo primero que debemos hacer a nivel veterinario es la desparasitación interna. Un gesto que debe repetirse habitualmente cada seis meses.

Una vez desparasitado, deberemos empezar con el proceso de vacunación, que podrá realizarse a partir de que el animal tenga nueve semanas de edad. En el caso del conejo, la vacunación consistirá en una única dosis vacunal frente a la enfermedad vírica hemorrágica y la mixomatosis, esta última de gran importancia, ya que se trata de una zoonosis, es decir, una enfermedad que puede ser transmitida del animal al humano. El animal puede infectarse por la picadura de diferentes insectos, como el mosquito, o por contacto con otro animal enfermo.

Podremos identificar rápidamente la enfermedad, ya que observaremos en el animal una gran inflamación en los ojos, con mucha secreción ocular, dificultad respiratoria y fiebre.

Esta vacuna debe ser inoculada anualmente, no siendo obligatoria pero sí necesaria para proteger a nuestro animal. Cabe mencionar que el microchip no es obligatorio en conejos, a diferencia de perros y gatos, como ya comentamos en semanas anteriores.

Lo siguiente que debemos tener en cuenta en los conejos es la esterilización, ya que una vez alcanzada la madurez sexual sufren graves cambios de comportamiento, pudiendo llegar incluso a mostrar agresividad. Esterilizando a nuestro animal, en el caso de las hembras, prevenimos, además, la aparición de infecciones de útero y tumores en los ovarios. Una edad adecuada para plantear la esterilización de nuestra mascota es a partir de los seis meses.

Otro aspecto muy importante a la hora de que nuestro conejo disfrute en casa de una vida plena es la alimentación, ya que necesita tener siempre alimento y agua a disposición, al ser su metabolismo muy diferente al de perros y gatos.

Es muy recomendable que el animal tenga siempre disponible heno fresco y se le debe proporcionar una vez al día pienso de alta calidad y alguna porción de ensalada (cogollos de lechuga, lechuga romana, endivias…). Y es aconsejable ofrecerle diferentes verduras un par de veces a la semana, como brócoli, pepino o zanahoria.

El conejo es un animal que debe comer y defecar de manera continua por lo que si en algún momento nuestro pequeño deja de comer o no vemos heces, es muy importante acudir al veterinario, ya que las obstrucciones y paradas intestinales son muy frecuentes en ellos y suponen una urgencia grave.

En cuanto a su estancia en el hogar, debe estar en una zona amplia, evitando que permanezca encerrado todo el día en la jaula, ya que necesita hacer ejercicio y poder moverse con libertad.

Hay que tener especial atención cuando esté suelto por casa de que no pueda alcanzar muebles o cables que pueda roer. En la jaula deberá tener una especie de camita a la que llamaremos lecho, recomendablemente de papel prensado, aunque pueden aprender a hacer sus necesidades en areneros o esquineras si se les dedica tiempo y paciencia suficiente para enseñarlos.

A la hora de coger al animal, deberemos tener especial cuidado con la columna, ya que son muy propensos a sufrir en esta zona lesiones que pueden ser fatales.

Algo verdaderamente importante es prestar atención a la dentadura de nuestro conejo, ya que son muy propensos a tener problemas de dentición y pueden necesitar procedimientos quirúrgicos para retocar dientes que crecen más de lo normal o de manera anómala y necesitan ser limados para que puedan comer correctamente y sin dolor. Es bueno tener a su disposición juguetes de madera para que desgasten la dentadura y evitar este tipo de problemas.

Al igual que en perros y gatos, es recomendable cepillar a nuestra mascota habitualmente para ayudarle a eliminar el pelo muerto y que no lo ingiera en grandes cantidades cuando se acicalan, ya que puede provocar obstrucciones intestinales por bolas de pelo (tricobezoares).

Y recuerda que un conejo es una mascota con las mismas necesidades de cualquier otra. Son animales muy inteligentes y divertidos, como podrás ir descubriendo cada día, pero necesitan también atención veterinaria y cuidados en casa para que puedan tener una vida plena, feliz y con salud.