Vivir en Huelva

La vida marinera en el pueblo de pescadores de El Rompido

  • Antonio Burgos publica un trabajo autobiográfico en el que narra vivencias, anécdotas y sentimientos

  • El autor destina la recaudación de su primer libro a los enfermos de Párkison

Sencillez, entusiasmo, sentimiento y solidaridad son algunos de los adjetivos que mejor definen a Antonio Burgos Ramos (El Rompido, 1954), que a sus 63 años y sin ninguna experiencia previa, ha lanzado al mercado su primera "aventura literaria" a la que ha titulado El Rompido que viví, un libro escrito en primera persona en el que el autor narra sus vivencias y anécdotas durante toda una vida dedicada a la mar en el pueblo de pescadores de El Rompido, guiado tan solo por sus sentimientos y empujado por las personas a las que tiene más cerca y por su solidaridad hacia los enfermos de Párkinson, enfermedad que él mismo padece, y colectivo al que va a dedicar todos los ingresos del libro por mediación de la Asociación Huelva Párkinson.

Como el propio autor ha señalado a Huelva Información, a través de su publicación el lector habrá momentos en los que "se reirá", mientras que en otros "llorará de emoción", pero sobre todo conocerá cómo era el núcleo de El Rompido durante su niñez, sus tradiciones ligadas a la mar, sus gentes, su familia marinera y su evolución en los últimos 60 años, en los que dicho enclave ha reconvertido su actividad de la pesca al turismo, pero sin perder su esencia marinera.

El mismo autor, también reconvertido en lo personal de la pesca en la mar a la acuicultura, es el primero en reconocer que el principal atractivo de su primer libro no está en sus dotes literarias, sino en el sentimiento que ha puesto en cada una de las palabras y frases escritas de su puño y letra "desde el corazón" y con la intención de poner de relieve su "sabiduría natural" mediante la narración de su "propia vida".

Antonio Burgos ha señalado por otra parte que El Rompido que viví es un homenaje a su padre Antonio Calentura, a su madre Fernanda, a su mujer Mari, a una "gran amiga de la infancia" ya desaparecida, Elena Ugarte, que según sus palabras fue la "verdadera inspiradora e impulsora de esta humilde obra". Igualmente, asegura que hace extensiva su dedicatoria "a todas las gentes de El Rompido que han pasado ante el espejo de mi vida, los que aún están, y los que ya se han ido".

El Rompido que viví consta de una quincena de capítulos repartidos en un total de 127 páginas, tratándose de una sencilla y fresca obra donde Burgos describe la infinidad de anécdotas e historias que conoce de su pueblo y habitantes, con un estilo fácil y ameno de leer. A lo largo de los quince capítulos cuenta historias, por ejemplo, de su nacimiento, su infancia, su servicio militar, su vida en la mar, su familia, su primo 'Ofi', anécdotas y ocurrencias de su padre, el verano en El Rompido o las gentes de dicho enclave.

El prólogo del libro ha sido escrito por Alfonso Vázquez Olivares y las ilustraciones, realizadas a carboncillo, son obra de Javier Da Cruz.

El libro ha sido presentado estas Navidades en un hotel de El Rompido donde Antonio Burgos, persona muy querida tanto en el propio Rompido como en Cartaya, reunió a más de un centenar de amigos y conocidos, entre los cuales firmó un buen número de ejemplares.

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