Vivir en Huelva

Las cartas de amor, un género imperdible

“Dime si te atreves y recorremos la orilla del mar de la mano, con un puñado de sonrisas y ganas de esas que no se acaban nunca”. Así comienza la epístola ganadora en la categoría juvenil del Certamen de Cartas de Amor de Valverde del Camino. Ainhoa Montoya es la autora. Una joven valverdeña que no quiere que este género desaparezca.

Ese es el objetivo de este concurso romántico: conservar la correspondencia en unos tiempos en los que la rapidez y la practicidad se imponen a lo ancestral. En los que es más importante no decir nada, que volcar los sentimientos sin la presión del tiempo.

Los interesados en participar tuvieron de plazo hasta el pasado 31 de enero para entregar sus cartas en la biblioteca municipal, el centro de mayores, cualquier centro educativos, o el Ayuntamiento.

En esta edición el certamen valverdeño se ha abierto al mundo. La ganadora en la categoría de 19 a 60 años procede de La Palma del Condado. Mónica Dorado ha sido una de los 39 participantes que este año le han escrito al amor y al mar, temáticas indispensables en cada una de las misivas.

“Llevo tanto tiempo observándote que a veces me resulta infinito. Nuestro amor es clandestino. Somos dos amantes que bailamos bajo las estrellas”, le dice esta palmerina a su mar y, de paso, deja claro que se puede amar más allá de las personas.

El objetivo es conservar la correspondencia en tiempos en los que se impone la rapidez

José Reinaldo Pol García, de Lugo, ha redactado la mejor carta entre los mayores de 60 años, abriendo hueco al hombre en unos premios altamente femeninos. La lejanía sólo ha sido un obstáculo para recoger su merecido galardón. Promete que visitará la localidad mientras paladea su éxito desde tierras gallegas.

“Cariño mío, son tus inmensos ojos azules faros de la luz del amor, que se alzan en el cabo de tu bello ser”, son algunas de las emociones que Pepote, su seudónimo, deja reflejado en una bella epístola en la que nada se reserva.

Este año, el jurado, compuesto por expertos en literatura, ha decidido entregar una mención especial y honorífica a la valverdeña Ana Díaz Blas por la calidad de sus trabajos, por la constancia de sus manifestaciones. Ya ganó en otra edición, pero no se cansa de escribir en el formato de una carta.

La gala de entrega de todos estos reconocimientos se celebró en el Teatro Municipal Puerta del Andévalo. La concejala de Educación, Lole Romero, actuó como maestra de ceremonias. Le acompañó el alcalde, Manolo Cayuela, en el reparto de besos, diplomas, flores y cenas para los ganadores por cortesía de los restaurantes locales.

“Mandar una carta de amor es una sensación única para quien la recibe y para quien la escribe. Es una oportunidad de plasmar en un papel los sentimientos y de dar rienda suelta a la imaginación”, comentaba la responsable educativa del municipio, mientras alababa el resultado de los trabajos: “Estamos fascinados, todas las cartas merecen un respeto por la valentía de enfrentarse a un folio en blanco”.

Se pudieron escuchar todas las misivas. En voz alta, con el sonido de las olas de fondo. Tampoco faltó la música.

Junto a las cartas de amor, combinan perfectamente el ambiente único que nos lleva a cultivar esa parte del cerebro que no entiende de prisas. La voz y la guitarra del cantautor local, Carlos Llanes, envolvieron de magia el acto.

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