Semana Santa Chica de Aracena

La ilusión cofrade de los niños

  • Aracena celebra su tradicional Semana Santa Chica con la participación de los vecinos más pequeños

  • Once hermandades salen a la calle para procesionar por la Plaza del Marqués

Uno de los pasos de la Semana Santa Chica de Aracena

Uno de los pasos de la Semana Santa Chica de Aracena / Javier Moya

La 35ª edición de la Semana Santa Chica en Aracena se celebró un año más, pero con un sabor distinto debido a la inesperada tormenta y lluvia el pasado miércoles por la tarde, que provocó que muchas familias estuviesen bajo las sombrillas de los bares, en los cajeros de los bancos y en las puertas de vecinos para cobijarse. El evento estaba programado para mañana pero la celebración de la Primera Comunión de varios niños hizo a la organización adelantar el evento a mediados de semana y aprovechar el día festivo del pasado 1 de mayo. De hecho la gran novedad de este año, en su edición número treinta y cinco, era la fecha, ya que históricamente se ha alternado entre el domingo por la mañana y en las últimas ediciones el sábado por la tarde (desde 2011 inclusive salvo esta edición).

La organización corrió a cargo de la Asociación socio-cultural de costaleros y capataces de Aracena, con buena parte del equipo dentro de la Hermandad del Cristo de la Plaza, a través de un grupo que viene trabajando mucho y bien desde hace bastantes años por algo sin ánimo de lucro y con el fin de mantener la tradición. Además colaboran vecinos, empresas y algunas entidades.

La Semana Santa Chica de Aracena tuvo lugar, como se viene haciendo desde hace muchos años, en la céntrica y concurrida Plaza del Marqués de Aracena, el conocido Paseo o Plaza del Pilar. La cita congregó en el Paseo a centenares de personas de Aracena, numerosos vecinos, y curiosos y turistas.

Cada niño tiene su papel dentro de cada hermandad. Cada niño tiene su papel dentro de cada hermandad.

Cada niño tiene su papel dentro de cada hermandad. / Javier Moya

Once hermandades participaron en un evento donde cada año los pequeños sorprenden en los exornos, ornamentación particular, detalles y otros elementos dignos de reseñar. La imaginación aflora, los sentimientos se palpan y la devoción y fe se transmite al resto, algo aprendido desde pequeño a través de diferentes generaciones. Aunque en esta edición se han cumplido 35 años de la Semana Santa Chica, hay documentación de mediados del pasado siglo XX que demuestra esta tradición cebollera tan singular y la pasión cofrade del pueblo serrano por la Semana Santa, su principal fiesta del año.

Los jóvenes –menores de quince años–, cada uno en su papel, vistieron sus mejores galas y, cómo no, tuvieron los nervios a flor de piel. Por supuesto las familias también disfrutaron de una gran fiesta y pusieron todo de su parte para que la Semana Santa Chica permanezca y siga siendo todo un éxito. En el paseo se dieron cita también muchos cofrades, miembros de hermandades locales, curiosos y numerosos visitantes.Y como es habitual tras finalizar el evento tuvo lugar la entrega de premios para las 11 hermandades, donde se concedió un diploma para cada hermandad.

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