Vivir en Huelva

Semana Mayor en formato mini

  • Unos 350 alumnos del colegio María Inmaculada recorren el centro con el pequeño Señor de la Borriquita y la Virgen de los Niños

  • En Valverde del Camino los escolares también salen en procesión el Viernes de Dolores

Trece años de pasión cofrade lleva ya plasmando por las calles del centro de Huelva cada Viernes de Dolores el colegio María Inmaculada de la capital. Bajo un sol radiante, más de 350 chiquillos acompañaron en procesión a los titulares en un recorrido que se inició a las 10:30 en la calle San Cristóbal y que llevó a los pasos del Señor de la Borriquita y de la Virgen de los Niños por la plaza Niña y las calles Alonso Sánchez, Berdigón, Alfonso XII y Nuestra Señora de la Esperanza Coronada hasta el retorno al punto de inicio tres horas más tarde.

El director del centro educativo, Isaac Martín, explicó a Huelva Información que "empezamos con un burrito de peluche dentro del cole con los alumnos de Infantil y ya tenemos esta procesión" a la que no le falta un detalle.

La imaginación se adueña de los atuendos de penitentes, monaguillos, mantillas o músicos. Desde hace más de un mes escolares y padres ponen todo su empeño en los talleres vespertinos para transformar plásticos, papel de aluminio y cartulina en los enseres y ropajes adecuados para el desfile.

Ni el incienso ni la música en directo faltaron para amenizar la procesión. Alumnos egresados del centro participan desde el año pasado en las dos "charangas" que acompañan a los titulares, muchos de ellos pertenecientes al Conservatorio o a las bandas de las hermandades de la Salud, la Santa Cruz o el Nazareno.

La expectación era máxima en el centro. Decenas de onubenses arengaban y aplaudían a los chiquillos, que mostraban su sonrisa más amplia en esta emulación del Domingo de Ramos. Las flores de las dos imágenes fueron donadas por el florista Antonio Rivera, que fue homenajeado a las puertas de su tienda, en la calle Berdigón, con una levantá de honor de la Virgen. "Lleva un lazo blanco en el varal por los niños que no han podido nacer", explica el director del colegio.

Los más mayores, los de Secundaria, dirigían la procesión, bien como diputados de tramos o como costaleros, soportando con orgullo el peso de los pasos.

Los puntos álgidos del recorrido se produjeron en la Hermandad de la Esperanza, adonde hubo ofrenda floral; y en el convento de las hermanas de la Cruz, donde se repitió el acto. Son muy importantes para los peques y docentes del María Inmaculada, no solo por la cercanía, sino porque "ellas fueron las que nos propusieron sacar esta procesión a la calle", recordaba Isaac Martín mientras saludaba con cariño a una de las hermanas. El día finalizó con un ágape a beneficio de los alumnos de 4º de ESO.

En Valverde del Camino los pequeños salen también con su procesión en miniatura. Una de las estampas más peculiares la dejó ayer la Verónica portando el sudario de Cristo, una tradición que se celebra en la localidad en la madrugá del Jueves y durante el Viernes Santo.

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