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Recala en Riotinto

  • La adaptación de la obra 'Tócala de Nuevo, Sam' ha corrido a cargo de Jesús Chaparro y la dirección de la misma la ha llevado a cabo la propia compañía

La Compañía La Manguara Teatro representó ayer en el Cine-Teatro Juan Cobos Wilkins, de Minas de Riotinto, la conocida obra de Woody Allen, Tócala de Nuevo, Sam.

La Compañía La Manguara Teatro se formó en el año 2015 a raíz de su primer espectáculo Yo me bajo en la próxima de Adolfo Marsillach, que en su día cosechó un importante éxito de público y crítica. El evento estuvo organizado y producido por el Área de Cultura del Ayuntamiento de la localidad conjuntamente con la propia compañía, que integrada por un brillante grupo de artistas profesionales han logrado levantar el difícil texto de Allen.

Como en su última ocasión, la compañía de nuevo contó con el actor Jesús Chaparro y la actriz Irene Pozo, nacidos en Minas de Riotinto, y Marta del Pozo, natural de Málaga. Todos licenciados en Arte Dramático y en el caso de Marta también licenciada en Musicología, que vuelven de nuevo a calzarse las ropas esta vez del genio de Allen con el objetivo de contar una historia cargada de humor y fina ironía. A los tres se les une un nuevo fichaje: el actor Chema Álvarez, también formado en la Escuela de Arte Dramático de Sevilla y del que cabe destacar su trabajo en compañías como AcciónArte, Los Ullen, Teatro Crónico, Junglaría, en Isla Mágica; series de televisión, y recientemente ha sido seleccionado a la nominación de actor secundario en los Goya por la película Maldita venganza. En general todos poseen trayectorias extensas dentro del mundo de la farándula, con trabajos que cabalgan desde lo clásico a lo contemporáneo, interpretando autores como Lorca, Shakespeare, Plauto, así como creaciones propias, trabajos esporádicos en televisión y otros medios audiovisuales.

En el caso que nos ocupa, estos cuatro artistas se involucraron en el diseño de todas la tareas y disciplinas del libreto, es decir, dramaturgia, vestuario, escenografía, iluminación, sonido, etc. Por lo que la labor ha resultado titánica. La adaptación corre a cargo de Jesús Chaparro y la dirección la ha llevado la propia compañía.

El texto original del autor se ha respetado, cambiando algunas referencias históricas, sociales, intelectuales del mundo neoyorquino del protagonista para desplazarlas a la actualidad, con algunos guiños locales, y especialmente algunas cuestiones de carácter tecnológico, introduciendo el elemento audiovisual, mezclándolo con lo teatral, para enriquecer la historia y proponer un homenaje a la pasión más desbordante de Woody Allen: el cine. La compañía lo ha hecho a través de una selección de momentos de cine que puedan ser reconocibles por cualquier tipo de público.

Tócala de nuevo, Sam, cuenta la historia de Allan Fix, intelectual, hipocondríaco, neurótico, de personalidad contradictoria, que atraviesa esa etapa llamada crisis de los 40. Afectado por su reciente divorcio trata de superarlo ocultando su depresión en el mundo del séptimo arte y en especial en la figura de su admirado Humphrey Bogart. El joven matrimonio formado por Dick y Linda, sus mejores amigos, tratará de buscarle una nueva pareja. Intentando emular el carácter frío de Bogart, adoctrinado por éste, que se le aparece en sueños, tropezará una y otra vez en estas futuras relaciones sentimentales al chocar con su personalidad despistada y patosa, tratando de fingir lo que no es. Espontáneamente surgirá una historia de amor que por lo inesperado cambiará por completo su forma de entender la realidad. Todo aderezado por ese amor incondicional que Allan siente por las películas.

Ficción y realidad se irán mezclando en un hermoso homenaje a la película mítica Casablanca.

Aquí encontramos los temas preferidos del autor: El psicoanálisis, el sexo, la timidez, el miedo al fracaso, la risa, la profunda ironía, y sobre todo vamos a encontrarnos con ese personaje que gracias a Woody Allen ha encontrado proyección universal: el antihéroe, el antimito. El protagonista de Tócala de nuevo, Sam, es un ser humano de nuestro tiempo, cualquier tiempo. Con sus problemas, sus frustraciones, sus alegrías y con sus sueños. Sueña lo que hubiera querido ser y despierta con la realidad: una realidad que no es tan negra ni tan pesimista como pensaba, sino una digamos realidad "prometedora".

Los demás personajes de la obra están colocados por Woody Allen en situaciones sosegadamente vertiginosas, dinámicas, ágiles y forman con el protagonista un todo coherente y eficaz lleno de humor y genio. Y todo ello aderezado con ese tierno y entrañable homenaje la película Casablanca, fruto del "neurótico" amor que Allen siente por ese señor de los espejos llamado cine.

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