La sexta edición de la Noche Blanca de la Cultura y el Vino tuvo este año como protagonistas a la gastronomía y la literatura de Miguel de Cervantes. En la Plaza España y frente monumento del Príncipe de las Letras, el alcalde, Manuel García Félix, y el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva, Manuel Infante, dieron el taponazo de salida a esta cita que aúna cultura y enaltece la tradición vitivinícola que dio lustre al municipio.

En la inolvidable noche los templos vitivinícolas se convirtieron en enciclopedias vivas para empaparse en la historia de este cultivo y conocer más en profundidad el proceso de elaboración con el que se gestan los afamados caldos de la ciudad. Por el contrario, sus calles evocaban la Italia del renacimiento en el que cada palmo de terreno rezumaban cultura. Sobre ella los alumnos de piano mostraban su talento en un instrumento en el que los más grandes compositores dieron vida a sus mejores sinfonías. En las bodegas los visitantes pudieron probar lo mejor de los fogones locales; delicatessen de nuestra cocina con toques de autor aportando sabores que maridan con el vino palmerino, que fue el ingrediente principal de todas estas recetas, saboreadas por los presentes con el telón de fondo de música y baile interpretadas en directo.

Las visitas guiadas por grupos se sucedían cada 20 o 25 minutos. Una oportunidad única no sólo por la posibilidad de adentrarse en el interior de los muros donde se engendra el que es posiblemente el producto más iconográfico del Condado de Huelva, sino por la oportunidad de escuchar de viva voz de los propietarios de los negocios toda la cadena de producción que se sigue desde que la vid es vendimiada en los campos hasta que el fruto de Baco acaba en nuestra copa.

La literatura fue coprotagonistas de la noche. Con motivo de año cervantino los visitantes pudieron participar en la actividad Reescribe Don Quijote, en la que los ciudadanos, de su puño y letra, transcribieron los párrafos de la novela que quedarán inmortalizadas y recogidas en un libro que editará el Ayuntamiento. Junto al monumento del escritor, a las diez de la noche se dio lectura al cuento La gallina Catalina, de Carmen Lepe Pinto, una alumna del colegio Salesiano Santo Domingo Savio, que obtuvo el primer premio del concurso literario Premeteo 2017 de la ONCE. A su término, Ignacio Ortega dio lectura de textos de Cervantes acompañados por el violín de Santiago Delgado.

Junto con los templos vitivinícolas, al público permanecieron abiertos los principales emblemas arquitectónicos de la ciudad como la Iglesia Parroquial San Juan Bautista, su homóloga Nuestra Señora del Valle o la Ermita de San Sebastián, que recibieron la visita de centenares de ciudadanos y visitantes, escuchado explicaciones sobre su arquitectura; singularidades de su construcción; y la riqueza de frescos, imágenes, piezas de orfebrería y demás ornamentos que guardan.