En el Foro Iberoamericano se clausura hoy, en el transcurso de una cena, la XXXIII Olimpiada Iberoamericana de Matemática, que durante esta semana se ha venido celebrando en la sede de La Rábida de la UNIA.

Durante los días 25 y 26, en sesiones de cuatro horas y media, un total de 79 alumnos de 22 países de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) junto a cuatro delegaciones de África de habla portuguesa como son Angola, Cabo Verde, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe han venido compitiendo en las aulas de La Rábida y resolviendo problemas matemáticos.

Incentivar a los alumnos que son brillantes en Matemáticas

Los alumnos procedentes de estos países son adolescentes preuniversitarios y, en palabras de María Gaspar, de la Real Sociedad Matemática Española, organizadora junto a Portugal, "son los alumnos más brillantes de cada país, que ya han ganado la Olimpiada en sus respectivos países".

Cada país participa con una delegación formada por cuatro estudiantes y vienen acompañados de un profesor y de un tutor. Algunos países africanos y Venezuela participan con dos, y Panamá, con tres. También hay muchos colaboradores y asistentes que ayudan en la organización y que han sido participantes de otros años. El equipo español, de cuatro jóvenes, está formado por Saúl Rodríguez (Madrid), oro en la final de la Olimpiada Matemática Española de 2017, Santiago Vázquez (A Coruña), Alejandro Epelde (Madrid) y Félix Moreno (Comunidad Valenciana), tres de los seis oros nacionales de este año.

Para el presidente del jurado, Marcos Castrillón, se trata, con esta Olimpiada, de "incentivar a los alumnos que son brillantes en matemáticas y el mejor premio que se puede conseguir es precisamente ganar", dijo. También el jurado valora, comenta, la creatividad de los alumnos y se puntúa del 1 al 7. Se trata, en definitiva, de que los participantes se diviertan resolviendo problemas matemáticos o dando soluciones y también que se relacionen y creen lazos de amistad.

Destacó Castrillón el buen nivel de los participantes y lo acertado de que esta Olimpiada, que organizan conjuntamente España y Portugal, "no podía celebrarse en otro lugar que no fuera La Rábida".

A lo largo de la semana tanto los participantes como los miembros del jurado, que se han alojado en Monte Gordo, han participado en una serie de actividades y visitas culturales tanto a La Rábida, Moguer y Sevilla como a diferentes lugares de Portugal. El Muelle de las Carabelas acogió una recepción para los participantes de la Olimpiada Iberoamericana Matemática y la delegación de profesores que les acompañan. Los jóvenes hicieron un alto en las pruebas para conocer este lugar emblemático para la comunidad iberoamericana y pasar una jornada de convivencia a la sombra de las carabelas.

El presidente de la Diputación Provincial, Ignacio Caraballo, les dio la bienvenida en el Muelle de las Carabelas y agradeció el esfuerzo que hacen por "ejercitar ese don especial que tenéis para una ciencia, tan importante y necesaria para avanzar hacia el futuro".

Caraballo destacó que esta competición sirve de estímulo para los jóvenes que conforman la élite de los alumnos de Matemáticas de bachillerato de Iberoamérica, "de los que van a depender los grandes avances de la ciencia, de la sociedad y, en suma, del bienestar de la Humanidad".

En este sentido recordó que la Diputación y la UNIA "nos hemos aliado para fomentar las becas de estudio y aprovechar todo el talento de los jóvenes universitarios de la comunidad iberoamericana, que es enorme -como estamos viendo en esta Olimpiada- para que podáis venir a formaros con nosotros".

Caraballo ha señalado que estos jóvenes genios de las Matemáticas representan los valores de la "constancia, voluntad y determinación como el mejor camino para alcanzar el éxito y la excelencia".