Vivir en Huelva

Cultura contra el teléfono móvil

  • Un bar de La Palma propone el Trivial y la lectura de libros como alternativa

El teléfono móvil se ha convertido en los últimos años en el principal compañero de numerosos ciudadanos, que se levantan con él en la mano para consultar las redes sociales, para acostarse consultando a través del pequeño aparato las principales noticias del día. En medio muchas horas de llamadas, consultas y archivos compartidos, no solo en el ámbito del trabajo, sino cada vez más como la principal forma de entretenimiento y ocio.

Son cada vez más los que hacen uso del móvil de forma convulsiva y, no solo no paran de consultarlo mientras hacen un descanso para un café o una relajada copa o tras una larga jornada de trabajo, sino que incluso incrementan en esos momentos de relax su uso.

Los ganadores del juego reciben cada noche una medalla y una botella de vino

Pero un bar de La Palma del Condado se ha propuesto combatir esta cada vez más extendida costumbre tirando para ello de cultura. Y es que el conocido juego del Trivial y versos de Neruda para recibir a San Valentín el Día de los Enamorados son algunas de las artimañas que los gestores de Con sabor, una abacería del centro de la localidad palmerina, han encontrado para lograr que sus clientes dediquen un rato al ocio cultural y no cojan el móvil cuando están en dicho local. Una idea que aplican, y con éxito, varias noches por semana.

Se trata de una original fórmula que hace que este establecimiento hostelero de la calle Virgen del Socorro de la localidad onubense se llene cada vez que las tarjetas del Trivial, o los libros, se sacan de las estanterías.

Es una idea que han sacado adelante Mónica Dorado y Raúl Pérez, el joven matrimonio que se encarga de gestionar el bar, que comenzó como una forma más de intentar atraer clientes "en días flojos de la semana", pero que ahora ya incluso tienen que enfrentarse a reservas de mesas para atender a los numerosos vecinos que quieren participar en la versión hostelera del conocido juego. De hecho, a través de sus redes sociales oficiales avisan de las mesas que se van quedando libres para que todo el mundo tenga sitio al llegar.

Dorado explica que la temática une "a seis personas como máximo, que tienen que responder cuatro rondas de diez preguntas, y al final de cada ronda se dicen las respuestas", con la premisa obvia de que el teléfono móvil está alejado de los participantes, "primero, porque se trata de divertirse sin el aparato en las manos y, segundo, porque estaría prohibido de todas formas para que sea imposible consultar las respuesta".

Lo mejor son los premios, que no son tales, ya que los ganadores de cada noche reciben una medalla que sólo pueden conservar hasta la siguiente reunión, en la que tienen que traspasarla a los siguientes ganadores. También obtienen como premio "una botella de vino que, de todas formas, nunca se llevan a casa porque la abren enseguida para compartir con sus competidores".

Mónica Dorado va más allá y afirma que "hay que unir la hostelería con la cultura siempre, porque son dos conceptos que, aunque parezca mentira, están muy unidos, pero con ideas originales, que saquen a la gente de sus casas aunque no les apetezca", y por eso, cuando puso en marcha el local, creó La Palma Libruna, una zona pensada exclusivamente para el intercambio de libros usados, "para que la gente adopte un libro que no tenga familia, y luego nos lo vuelva a dejar para que otra tenga la oportunidad de darle cariño".

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