Vivir en Huelva

Colores contra el cáncer

  • 1.235 personas se dan cita en la segunda edición de esta carrera solidaria en Valverde

  • Al inicio, se ha recordado a los que ya no están con un manifiesto y una suelta de globos

Inicio de la segunda edición de la carrera contra el cáncer.

Inicio de la segunda edición de la carrera contra el cáncer. / Javier Monterroso (Huelva)

El rojo del amor, el azul por la fuerza, el naranja de la alegría, el verde del crecimiento, el amarillo del optimismo, el rosa por la ilusión y el morado de lo eterno. Valverde del Camino se convirtió ayer en una paleta de colores contra el cáncer. Trazos al aire dibujados por 1.235 pintores que creen que el mejor lienzo está aún por llegar.

La lucha contra esta enfermedad tiene en los valverdeños a un fiel aliado. Dan igual los medios; el fin lo justifica todo. La idea de esta marcha es propiedad de la Asociación Comarcal de Afectados de Cáncer. Un año después, no tiene dueño. Colaboran estrechamente la Hermandad de los Nazarenos Blancos y el Ayuntamiento; y presume todo un pueblo.

Nadie se olvida de los que ya no están. A ellos va dedicado este evento multicolor. Al inicio, una suelta de globos rosas y la lectura de un manifiesto sirvieron de un sentido recuerdo: “Colores que, cuando se mezclen en el aire, ascenderán al cielo”. Fue el momento más emotivo de una jornada donde no cabía la tristeza. El negro, sólo para la piel.

Han sido unos 3.000 metros de recorrido por la Avenida Alcalde Américo Santos, La Plaza de la Charca, el Estadio Nuevo Alkaly o la Barriada de Triana. Esperando a los participantes, varios puntos de tirada de polvos de colores y espuma. Ha sido una fiesta. Sin distinción de edad. Por cada mancha, un deseo; por cada pompa, una sonrisa.

“La idea de esta carrera es plantarle cara a esta enfermedad desde un punto de vista alegre, con los colores que nos da la vida”. El hermano mayor de la blanca cofradía lo tiene claro. Rafael Rodríguez ha agradecido la voluntad de inscritos, voluntarios y patrocinadores: “Estamos muy satisfechos con la respuesta. Valverde es un pueblo muy solidario y lo demuestra siempre”.

La recaudación de fondos para favorecer la investigación es la gran meta. Todos los esfuerzos son escasos. Tras la carrera, el espectáculo ha continuado al ritmo de zumba y al compás de la música DJ. Para entonces, nadie tenía un hueco blanco en su camiseta. Ni en la cara ni en el pelo ni en los brazos. Arcoíris dibujados en el cuerpo.

Los valverdeños han salvado las altas temperaturas a golpe de diversión. Niños revolcados en mantos de colores, padres nadando entre un mar de espuma, familias enteras atravesando nubes de polvos. Los objetivos han podido capturar bellas estampas que no se podrán borrar con un solo lavado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios