Vivir en Huelva

Una heroína nervense en el siglo XX

  • Carmelo Rufo presentará esta tarde en la Casa Dirección de Valverde del Camino la novela titulada 'Nunca faltaron flores', dedicada a su bisabuela Julia Rufo

  • La publicación ya va por la tercera edición

Una heroína nervense en el siglo XX

Una heroína nervense en el siglo XX

El gerente del restaurante Época en Minas de Riotinto, Carmelo Rufo, autor de la novela Nunca faltaron flores dedicada a su bisabuela Julia Rufo, dará a conocer la historia de esta heroína del siglo XX a todos cuantos quieran conocerla hoy, a las 19:00, en la Casa Dirección de Valverde del Camino.

Desde su primera presentación pública en Nerva, a finales de junio pasado, Rufo ha presentado su libro en varios municipios de la Cuenca Minera de Riotinto. En El Campillo llegó incluso a presentarse una canción para la ocasión compuesta por el riotinteño Josan Carballo. Próximamente lo hará en Zalamea la Real, Berrocal, Huelva y Camas (Sevilla). También lo ha hecho en Higuera de la Sierra, localidad natal de su bisabuela. Ya lleva tres ediciones y más de mil ejemplares vendidos. Ahora llega a Valverde del Camino con la misma expectación alcanzada en los municipios por los que Rufo ha paseado la historia de su bisabuela.

El recuerdo imborrable de Julia Rufo, fallecida en 1980, aún perdura entre los vecinos de Nerva gracias a la filantropía y el altruismo ejercidos durante la época de la Guerra Civil. Sus actos siempre se distinguieron por el amor a sus semejantes, así como su obra de bien en la comunidad y la diligencia en procurar el bien ajeno a costa del propio.

Hasta su muerte, nunca faltaron flores donde las tropas nacionales fusilaron a cientos de vecinos de la Cuenca Minera de Riotinto en el camino que conduce al cementerio de Nerva. Su bisnieto, Carmelo Rufo, autor de la novela Nunca faltaron flores, recupera para orgullo de género la memoria de una mujer acostumbrada a luchar y enfrentarse a muchísimas dificultades desde que naciera en 1882 en Higuera de la Sierra.

Rufo narra en el libro protagonizado por esta heroína del siglo XX cómo su bisabuela le contaba que se jugaba la vida para ir a ayudar y socorrer a los posibles supervivientes de los fusilados, de uno y otro bando, de la Guerra Civil. Nunca reparó en si eran republicanos o falangistas. Su bisnieto aún se emociona cuando recuerda cómo los más ancianos del lugar le aseguraban, al cabo de los años, que aquellas historias eran ciertas.

Ella se había enfrentado a la vida y a la época siendo madre soltera. Sabía bien lo que era pasar calamidades, penas e injusticias. Aquello que había vivido le quemaba por dentro, le ahogaba como el humo de las teleras de cuando ella era pequeña. Su determinación y arrojo hicieron arrancar de las manos de la muerte alguna que otra alma a punto de abandonar su cuerpo violentado por la sinrazón.

El pasado 7 de agosto, coincidiendo con la celebración del acto institucional de Exaltación de la Villa, el Ayuntamiento de Nerva concedía a Julia Rufo la máxima distinción a título póstumo como Hija Adoptiva de la localidad minera, en un acto cargado de simbolismo en el que los valores de la generosidad, la solidaridad, el altruismo y el amor sin límites por los demás estuvieron presentes en todo momento. La Corporación Municipal de Nerva premiaba así la búsqueda incansable del beneficio hacia las personas más desfavorecidas y necesitadas, sobre todo en tiempos convulsos, marcados por todo tipo de calamidades. Los actos de infinita humanidad y la gran personalidad demostrada por Julia Rufo a lo largo del tiempo han hecho que el pueblo de Nerva le siga teniendo en alta estima y consideración.

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