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Abierta la exposición pedagógica 'La escuela antigua'en Riotinto

  • La muestra recoge una colección de objetos de Adriano Gómez que se utilizaban en la enseñanza

  • El objetivo es dar a conocer la evolución didáctica desde el siglo XIX hasta 1970

Abierta la exposición pedagógica 'La escuela antigua'en Riotinto

Abierta la exposición pedagógica 'La escuela antigua'en Riotinto / reportaje gráfico: Jesús chaparro

El Ayuntamiento de Minas de Riotinto, dentro de su programa cultural, ofrece la exposición La escuela antigua, un colección propiedad del zalameño Adriano Gómez. Hijo y nieto de maestros de escuela, licenciado en Filología y Letras, como homenaje a la labor pedagógica de los maestros de la época que se representa en la exposición, con ella ha querido "dar una clase" de cómo se enseñaba entonces a los jóvenes, exponiendo escritos, libros, objetos y enseres, y todos los medios de que se disponían entonces para preparar a los niños de ayer a construir una sociedad mejor.

Con la muestra se pretende dar a conocer la evolución de la enseñanza primaria desde el siglo XIX hasta 1970. Para ello se clasifican algunos libros de texto y lectura escolares impuestos durante siglo y medio en las escuelas españolas, según los criterios sobre la enseñanza de los distintos gobiernos.

En ella, se exponen libros, la mayoría de ellos ajados, pintarrajeados, mutilados, maltratados y destrozados por distintas generaciones. Libros de escuela usados por docenas de manos infantiles, no siempre adecuadamente aseadas. Pasaron de padres a hijos, de hermanos a hermanos, que dejaron su impronta en portadas y páginas interiores con dibujos, anotaciones, operaciones aritméticas o simplemente, garabatos realizados por los más pequeños de la unidad familiar.

La exposición está seleccionada por épocas histórico-políticas para ofrecer al visitante una visión generalizada de la evolución educativa española y, sobre todo, incentivarle a meditar sobre las condiciones precarias afectadas por la situación económica del momento. Dictaduras, monarquías, repúblicas, moderados, liberales, libertadores, caudillos, izquierdas, derechas… todo se proyectaba a través de la escuela hacia niños que no tenían tiempo para asimilar los cambios políticos de los mayores. Ayer, civismo; hoy, religión; mañana, ética…Y todo ello, inevitablemente forjó generaciones.

En la muestra, este "dilema" que se le presentaba al niño está cuidadosa y escrupulosamente presentado y organizado de manera historiográfica, para poder entender la influencia que la educación siempre tuvo en la formación de las nuevas generaciones, que hoy día sigue siendo tema de debate. En la exposición, el visitante se adentra en el túnel de la educación de tiempos pasados, para los más jóvenes a modo de enseñanza y para los que crecieron y vivieron en estas escuelas su formación en forma de recuerdos.

En la exposición, el visitante regresa a los recios pupitres, mapas sin carreteras y con grandes imperios coloniales ocupándolo casi todo, pizarras con el trapo amarrado y pizarrines puntiagudos, láminas didácticas y, sobre todo, símbolos, consignas, máximas, lemas, imágenes y también a la campanilla y la regla (palmeta), como mitos supremos de advertencia y autoridad suprema en el aula.

En la muestra destaca la importancia que el autor de la misma da a una colección de libritos de lectura que sirvieron de apoyo al maestro en sus funciones de enseñanza para aficionar al alumno a la lectura, dado el carácter didáctico de la Editorial Calleja, fundada por Saturnino Calleja y Fernández.

Esta proporcionó a los maestros el material necesario para alfabetizar a la población y, por ello, puso en práctica dos novedades en el campo editorial de la época: la publicación de grandes tiradas de libros de cuentos con un pequeño margen de beneficio económico y la ilustración de todos ellos con dibujos de los mejores artistas del momento; aficionando a la lectura a varias generaciones de niños de finales del siglo XIX y principios del XX.

Además de los célebres cuentos, Calleja editó numerosos libros de Pedagogía que recogían las más modernas tendencias pedagógicas europeas. Preocupado por la educación impartida en todo el territorio nacional, repartió muchas veces libros de su editorial gratuitamente por las escuelas de los pueblos. De ahí la frase; "tienes más cuentos que Calleja".

Calleja suspendió su actividad y desapareció tras 1936, no sin antes haber dejado un enorme legado cultural que disfrutó la población infantil y juvenil española sin otros medios para salir del analfabetismo y la incultura instalados en la población. En esta exposición se conservan muchos de los libros pequeños y de tamaño mediano, que Calleja regaló en las escuelas.

También destacan los juegos que utilizaban los niños de la época, en la mayoría de los casos construidos por unos padres que faltos de recursos económicos, los diseñaban y fabricaban para sus hijos. Así, el diábolo, el fútbol de botones, la comba, el patín, el aro, el tren de latas de sardinas, los santos chupadeos, la Chita, el trompo y otros tantos, eran obra en algunos casos de los padres, y en otros gracias a la "destreza artesanal", del niño imaginativo.

Curioso es el pequeño rincón escenificado perfectamente por el autor de la muestra, donde se ubica la mesa del maestro, con sus pupitres y tinteros acoplados, sillas, mapas y el cartel de "mi mamá me mima".

Las visitas a la exposición pueden realizarse hasta final de semana en horario de 18:00 a 20:00.

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