Salvador Vega. Matador de toros

"Mi vuelta es para expresar lo que siento como torero"

  • El diestro andaluz quiere reencontrarse en 2020 con su profesión tras cuatro años de inactividad

Salvador Vega, toreando recientemente a la verónica en la finca de Morante. Salvador Vega, toreando recientemente a la verónica en la finca de Morante.

Salvador Vega, toreando recientemente a la verónica en la finca de Morante. / Arjona

El diestro Salvador Vega (Málaga, 1984) retorna tras cuatro años apartado de los ruedos. Torero clásico, deslumbró desde sus primeros triunfos como novillero sin caballos que se extendieron especialmente y con brillantez como novillero con picadores, alzándose con éxitos decisivos como en el del Encuentro Mundial de Novilleros o el Zapato de Oro de Arnedo. Debutó muy joven en Málaga, con tan sólo 16 años y continuó por la senda del triunfo en sus inicios como matador de toros, tras tomar la alternativa en Nimes en 2003, de manos de Joselito. Vega, de la mano de José Luis Lara como apoderado, desvela sus aspiraciones y reflexiona sobre su etapa fuera de los toros, dedicada a un negocio familiar y a la política.

–Salvador, ¿por qué el retorno tras esos cuatro años ausente?

–Mire, ha surgido de forma natural. Me había adaptado a vivir sin torear. Pero la mente se te va y piensas en cosas que quieres decir. Años atrás me han ofrecido cosas y no me convencía. Este año ha sido el momento para volver de forma natural, sin forzar nada.

–¿Qué se le quedó en el tintero?

–Siempre se quedan cosas por decir. Mi vuelta es para expresar con claridad lo que siento como torero.

–¿Ha hablado con su apoderado del número de corridas?

–No. No queremos forzar nada. Iré donde me llamen y me sienta cómodo.

–¿Intentará torear en plazas de primera categoría, como Sevilla, Madrid o Málaga?

–Si me llaman estoy abierto a escuchar. De Málaga me han llamado en años anteriores. En Sevilla se te ilumina el alma hasta en el patio de caballos. En Madrid nunca he dejado huella. Puede haber cierta afinidad por mi zona.

–Para quedar satisfecho, ¿con qué se conformaría?

–Con faenas bien cuajadas a cuatro o cinco toros y me encantaría torear en Málaga.

"Me conformaría con cuajar buenas faenas a cuatro o cinco toros y me encantaría torear en la Feria de Málaga"

–Su última aventura hasta hoy la vivió con el maestro Manolo Cortés como apoderado ¿Cómo fue y qué conclusiones extrajo?

–Fue una de las etapas más bonitas como torero y que no se pudo culminar. Al poco, decidí dejar de torear. Me hubiera gustado disfrutar de muchas cosas. Con Manolo Cortés, el poco tiempo que vivimos fue muy intenso. Conectamos los dos muy bien. Conocí a un tío muy sincero y muy torero.

–Si todo saliera bien, continuaría tras la temporada 2020?

–En principio la vuelta es para este año y no volveré a torear más.

–¿Habrá corte de coleta?

–No lo pienso.

–¿Qué pasó para que Salvador Vega no alcanzara la cumbre?

–Un cúmulo de circunstancias. No se puede hablar de una sola cosa. Momentos en los que estaba en las ferias no me encontraba bien moralmente. En otra etapa, toro que cuajaba, toro que pinchaba. Y después bien y ya no me ponían. La conclusión es que hay que asumir nuestros fallos. Las figuras del toreo marcan un ritmo que tú no puedes seguir. Son figuras por algo, con una regularidad que uno no es capaz de tener.

–¿Quiénes son ahora los toreros que más le llaman la atención?

–De los de ahora no voy a hablar. Me han gustado de siempre Ordóñez y Camino.

–¿Cómo ve la situación actual de La Fiesta?

–Es un momento muy difícil. Nos mueven y no sabemos dónde nos van a dejar. Estamos un poco de prestado en la sociedad.

–¿A qué se ha dedicado estos años fuera de los ruedos?

–Al negocio familiar, plantas de hormigón en el Campo de Gibraltar y Manilva y al transporte de las obras. Gracias a mi padre –en su tiempo fue novillero– pude dedicarme a torear. Estos años, tras reciclarme, me he empleado a fondo en el negocio.

–Y también se ha dedicado a la política ¿Cómo ha sido ese paso?

–No reniego de haber hecho política. Entré por mi amigo Bendodo –actual consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía–. Fue un momento en el que Abellán y Serafín Marín entraron también. No he sido político. Sí es cierto que mis amigos del PP ante la toma de decisiones les comento lo que es mejor para el mundo del toro y se me ha escuchado.

–¿Por ejemplo?

–Por ejemplo en Málaga, donde se han reciclado algunas cosas.

–¿Y en este tiempo cómo ha sido su contacto con el toreo?

–He hecho muy poquito campo. He seguido lo que sucedía cada temporada. Viendo a mis compañeros he asentado mi concepto del toreo.

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