Toros

Un toro que hace plaza

  • La malagueña Mari Paz Vega cortó una oreja a un gran toro de la ganadería La Reina que dio muy buen juego. Leandro también cortó un apéndice y David Galván pasó inédito ante un mal lote.

4º festejo del abono del ciclo ferial malagueño

GANADERÍA: Se lidiaron cinco toros de la ganadería La Reina y otro del Tajo. Primero, segundo y cuarto dieron un gran juego. Siendo el tercero y el sexto, animales sin fondo. Muy buenos de presentación. TOREROS: Mari Paz Vega, de sangre de toro y oro. Estocada caída (palmas). Estocada baja (oreja). Leandro, de verde hoja y oro. Estocada caída (oreja). Dos pinchazos, pinchazo hondo (silencio). David Galván, de blanco y oro. Pinchazo, estocada caída (saludos). Pinchazo, estocada trasera (palmas). Incidencias: Cuarta de abono. Menos de un cuarto de plaza. Calor al comienzo del festejo y fresco después. Se guardó un minuto de silencio por la muerte del veterinario Félix Gómez.

Desde hace muchos años existe el debate de cómo debe ser el toro de Málaga. O si no hay que tener un toro propio sino que hay que conseguir que de una vez por todas se consigan unos buenos encierros per sé antes de buscar un toro característico de la feria malagueña. Pues para hacerse una idea de lo que puede, y debe, venir a Málaga se podrían fijar en el cuarto toro de la tarde de ayer. Con 526 kilos de peso, negro, Francachelo dio ejemplo de como pueden venir los toros a La Malagueta. Le tocó en suerte a la malagueña Mari Paz Vega, que se llevó los dos mejores enemigos en suerte. El de La Reina dio un gran juego que la paleña aprovechó para realizarle tandas que demostraron cierta falta de rodaje a pesar de su intensa campaña por tierras mexicanas. Las pocas posibilidades que le dan los empresarios de nuestro país pasa factura a la hora de enfrentarse a un cartel o a una plaza de primera. Pero lo intentó. Quizá un diestro con un mayor bagaje hubiera exprimido más al animal y ambos se hubieran lucido más. Pero Vega hizo hasta donde sus posibilidades dieron. Media estocada baja que degolló al toro y que hizo que cayera rápido. Así al momento los pañuelos empezaron a salir movidos en gran parte por el cariño de la afición a su matadora. Aunque también demostró el cariño la afición de México cuando le lanzaron una banderita de aquel país al realizar la vuelta al ruedo.

En el primero de la tarde, un jabonero de bellísima estampa y muy serio de pitones, consiguió templar muy bien con el capote recibiendo con aplausos la aprobación del público a quién le brindó la muerte del animal. Aprovechando también el buen juego que dio el toro, ligó varias tandas con la muleta con la que también conectó con el público. Tras una estocada caída, su actuación terminó en palmas.

Leandro, que se presentaba en La Malagueta, también fue bastante afortunado con los toros que le tocaron en suerte. En su primero, el segundo de la tarde y cuya muerte brindó al público, el diestro consiguió templar al animal. Comenzó por doblones su faena y poco a poco se lo fue llevando a los medios para llevar a cabo una faena , algo despegada y con exceso de pico que fue muy aplaudida. El epílogo de su faena fue por manoletinas. Una estocada caída dio paso a una petición que llevó consigo un apéndice para el diestro de Valladolid.

En su segundo, Leandro, brindó la faena a Joselito con un brindis de poco entusiasmo, el mismo poco que tuvo la faena, que fue muy deslucida. Se marchó en silencio.

La nota más negativa de la tarde fue el no haber podido disfrutar de la torería de David Galván. El diestro de San Fernando, que también debutaba en Málaga, pasó inédito por el albero malagueño fundamentalmente porque le tocó en suerte el peor lote. El joven matador hubiera hecho virguerías con cualquiera de los otros animales de la tarde pero el público tuvo que conformarse con un quite muy elegante que le realizó al primero de su compañero Leandro.

El isleño toreó en La Malagueta tras recuperar se una fuerte cornada en el estómago sufrida hace pocos días en la ciudad francesa de Beaucaire. De otros percances sufridos aquella tarde, aún lucía ayer una herida en el mentón protegida con un pequeño vendaje. La Feria de Agosto sigue sin romper. Llega la semana de los cartelones. Se supone, que lo mejor está por llegar.

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