Del diostoro

Barquerito

El complejo toro de línea atanasio

LA CORRIDA DE LORENZO FRAILE Dos toros aptos para el triunfo pero difíciles de torear · Un ejemplo de experiencia, Castella, y otro de valor, Luque

DE todas las corridas de la feria de Abril, la única de encaste Atanasio era ésta de Puerto de San Lorenzo. De uno de los tres ganaderos salmatinos anunciados en el abono. Uno de ellos, Fidel San Román, propietario de El Ventorrillo, no es en puridad ganadero, sino que compró hace apenas cinco años una ganadería hecha y derecha, y tuvo el acierto de dejarla en los pagos donde se estaba desde su fundación. Afición, acierto y dinero, que no siempre van de la mano.

Los otros dos ganaderos salmantinos anunciados sí son ganaderos de Salamanca en toda regla. Lorenzo, "el del Puerto", y Moisés Fraile Martín. Hermanos. Segunda generación de ganaderos. Ya lo era hace más de cincuenta años Fraile padre. Moisés Fraile es el titular del hierro de El Pilar, que lidia el sábado que viene. Lo de El Pilar no es Atanasio, sino otra cosa que ya se verá.

El toro atanasio ha ido siendo orillado de las ferias a medida que el toro domecq, digamos, ha ido en ellas ganando espacio. No ha habido propiamente un pulso entre encastes, sino que el gusto y las preferencias de públicos y toreros, en paralelo, han forzado la cesión y la conquista. Se puede decir vagamente que el toro atanasio es más difícil que el toro domecq. Se puede y se debe.

Cuando un toro atanasio se entrega y repite entregado, lo hace con una suerte de wagneriano compás. Una embestida fuerte y compleja. Ha ganado frecuencia una expresión nueva: la del "toro exigente". No hay toro que no exija, pero por lo común las exigencias del atanasio que se emplea son mayores que las de la mayoría de los encastes. Tal vez parezca una afirmación insostenible. La exigencia, en el carácter de un toro, implica dificultad. Quien mejor sabe de esa dificultad es el propio criador. Entre ganaderos se avisa que el encaste Atanasio es el más complicado de llevar. Hace treinta años se refrescaba sin problemas. Ahora no. Por raro.

De los siete toros que trajo a Sevilla Lorenzo Fraile, de hermosas hechuras los siete, no hubo ninguno que no hiciera cosas propias del toro tipo del encaste. Por ejemplo, la salida asustadiza del tercero, que se volvió para dentro antes de asomar y desarrolló luego una querencia incorregible a la puerta de salida y corrales. El toro atanasio es de partida frío y distraído -o abanto- y los banderilleros de antes aconsejaban dejarlos correr. En su querencia, suele dejarse torear al calentarse si no se le violenta. La hermosa faena de Castella al encastado segundo de corrida, tan caprichoso, fue propia de experto en el encaste y conocedor del toreo de querencias, cada vez más en desuso. Con atanasios ha logrado Castella triunfos decisivos de su carrera.

Y con otro atanasio consiguió ayer Daniel Luque un éxito que será seguramente decisivo también. El toro atanasio desarrolla nobleza al someterse. Sin esa gota de nobleza, no habría podido ser esa faena de Luque tan relevante: por la firmeza, la soltura, la calma, el encaje y, cuestión capital, el gobierno del toro dentro del terreno del toro y sólo ahí.

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